Realmente solo tienes una vida
Solo al comprender plenamente que tenemos una sola vida, podemos empezar a vivir cada momento presente con intensidad. Interiorizar esta sabiduría nos permite valorar las cosas buenas que nos brindan placer y redescubrir un sentido de asombro, gratitud y aprecio.
Muchos especialistas recomiendan poner de primero en la lista el agradecimiento. Cuando agradeces te llenas de alegría, y cada paso que logras dar te devuelve la sorpresa infantil de aprender a caminar. Según los estudios de Sonya Lyubomirsky, profesora del Departamento de Psicología de la Universidad de California en Riverside, aprender a agradecer mejora nuestro humor y nos permite vivir el presente y el futuro con entusiasmo.
Restablecer este contacto con la gratitud por las pequeñas y grandes alegrías de la vida genera ilusión y nos permite sentirnos satisfechos. En mi lista incluí muchas más actividades, todas parte de un viaje que cambió mi vida y la de mis pacientes.
¿Cómo cultivar la alegría?
Aprender a valorar las cosas buenas de la vida y cultivar la alegría activamente es posible mediante hábitos que fomentan esta emoción. Entonces, ¿Qué esperas para sorprenderte y cultivar la alegría interior? ¿Quieres saber cómo hacerlo?
El primer paso para cultivar la alegría es desarrollarte internamente y reconocer cuáles son las pequeñas cosas que te brindan placer. Aunque el placer no necesariamente trae la felicidad, hace la vida más llevadera. Proporciona bienestar psicológico y físico, creando una base para una vida más equilibrada.
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La felicidad es un estado de satisfacción interior, un sentimiento de paz, equilibrio y tranquilidad duradero. Cultivar la alegría es tu superpoder para alcanzar esta sensación diaria de satisfacción. Esto puede lograrse mediante diversas actividades: practicar una afición, cocinar un platillo que te guste, pasear por la naturaleza, contemplar un paisaje o recordar momentos felices de tu vida.
Redescubrir la felicidad epicúrea
En la sociedad 3.0, hemos perdido el concepto epicúreo de la felicidad, que se fundamenta en un estado de paz y serenidad interior no dependiente de bienes materiales. Hoy en día, buscamos la felicidad a través de cosas materiales como la tecnología, el consumo de alcohol, o relaciones inmediatas a través de aplicaciones de citas. Sin embargo, estos placeres y alegrías son efímeros.
Las maravillas de la vida suelen ser sencillas. La sencillez es una actitud mental que nos proporciona serenidad interior y parte de las claves para la felicidad. Valorar y disfrutar de los pequeños placeres cotidianos es una forma efectiva de cultivar la alegría y, en última instancia, alcanzar una felicidad más profunda y duradera.
Claves para la felicidad
Identificar y dedicar tiempo a actividades que te proporcionen alegría es esencial. Ya sea a través de hobbies, tiempo en la naturaleza, la gratitud diaria, o momentos de reflexión, estos hábitos fortalecen tu bienestar emocional. Al centrarte en las pequeñas alegrías y cultivar una actitud de apreciación, puedes transformar tu vida diaria en una experiencia más rica y satisfactoria.
Entonces, ¿qué esperas para descubrir y cultivar las pequeñas alegrías que te rodean? Adopta una actitud de sencillez y aprecia los momentos que hacen de la vida una maravilla cotidiana.
Haz tu propia lista de cosas sencillas para hacer
Para comenzar a conectar con la alegría, toma un diario y escribe una lista de actividades pequeñas que te gustaría realizar, organizándolas por orden de importancia para ti. Elige al menos las tres primeras y fija un tiempo realista para llevarlas a cabo.
Una vez que completes cada actividad, escribe tu nivel de alegría y bienestar, puntuándolo del 1 al 10, donde 10 representa la máxima alegría. Continúa este proceso durante 21 días. El cerebro, gracias a su neuroplasticidad, necesita 21 días para formar un nuevo hábito y crear nuevas conexiones neuronales. Para integrar plenamente este hábito, se necesitan 66 días. Una vez integrado, te resultará indispensable y te sentirás mucho mejor contigo mismo.
Activando los cuatro acordes de la felicidad
Al mantener esta práctica constante, estarás activando los cuatro acordes de la felicidad: la serotonina, la dopamina, la oxitocina y las endorfinas. Estos químicos son responsables del bienestar, la satisfacción y el placer. Cultivar este nuevo hábito con constancia será el primer paso para cuidar tu jardín interior. Te sorprenderás de cómo cambiará tu humor en solo 21 días.
Lista de personas que te aportan y restan energía
También puedes hacer una lista de las personas que te aportan y te restan energía. Es fundamental recordar que el jardín interior y la alegría no son solo cuestiones personales, sino también compartidas. Cultivar relaciones afectivas sanas es claves para la felicidad, el bienestar y la salud mental.