Existen un sinnúmero de dietas para mantener la buena salud, sin embargo solo una ha llamado la atención y el escrutinio riguroso de la ciencia, la dieta mediterránea para la prevención de enfermedades cardiovasculares, cáncer y demencia.
Esta virtuosa dieta consta de técnicas, ingredientes y preparaciones diversas con alimentos de la culinaria mediterránea.
“Es una de las pocas dietas que cuenta con estudios que la avalan además tiene buen sabor y resulta que es saludable”, explica Sean Heffron, cardiólogo preventivo del NYU Langone Health, en una entrevista para The New York Times.
Dentro de las características y tipos de alimentos que componen la dieta mediterránea se encuentran los vegetales, legumbres, verduras, pan integrales, frutos secos, vinagre, cereales integrales y frutas.
Además de aves, carnes rojas de manera ocasional, lácteos bajos en grasa, baja ingesta de azúcar, aceite de oliva como grasa principal, la ingesta moderada de vino y el pescado como su primordial consumo y la ingesta de agua abundante como bebida principal.
Algunos de los alimentos más conocidos y que se incluyen en la dieta mediterránea son el pescado azul, el aguacate, pan tostado integral, yogur bajo en grasa, uvas, manzanas, lechuga, berenjenas, nueces, cebollas, ajíes, pastas integrales, habichuelas, cilantro, entre otros.
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Un metaanálisis publicado en 2023 sobre varios estudios de la dieta mediterránea para la prevención de enfermedades cerebrovasculares, donde participaron más de 700, 000 mujeres, encontró que al incluirse esta dieta el 24 % las mujeres redujeron su riesgo de ECV y sus riesgo de muerte en base a cualquier causa en un 23 %.
En cuanto a su prevención en la salud cognitiva, otro estudio publicado en marzo de 2023 y que basó sus datos en el Biobanco del Reino Unido, determina que una persona con mayor adherencia a la ingesta de la dieta mediterránea tiene un 23 % menos de padecer demencia.
Una revisión de 2019, determinó que la alta adherencia a la dieta mediterránea reduce el riesgo de padecer varios tipos de cáncer como: el cáncer de próstata, cáncer de mama, y colorrectal.
En el 2012 una muestra realizada a 11,015 universitarios, comprobó que aquellas personas que seguían la dieta mediterránea al pie de la letra, alcanzaron una mayor puntuación en la escala «Health-Related Quality of Life (HRQOL)» con relación a la calidad de vida, incluyendo variables de salud físicas y mentales.
Otro estudio realizado por “American Journal of Clinical Nutrition”, determina que el régimen de la dieta mediterránea se vincula a la disminución de obesidad abdominal, infartos, accidentes cerebrovasculares, hipertensión y diabetes de tipo 2.
Los análisis e investigaciones determinan que la dieta mediterránea es buena para la prevención de enfermedades, la cual aporta efectos positivo para la salud como: reducción de lípidos, restricción de aminoácidos, reducción del estrés, influencia en la microbiota intestinal para la producción de metabolitos que benefician la salud y hormonas modificadoras de patógenos cancerosos.
Todo esto gracias a que la dieta mediterránea incluye un alto contenido de Omega 3, resveratrol, fitoesteroles, vitaminas y polifenoles que benefician la salud.
Si bien es cierto que la dieta mediterránea beneficia la salud y previene enfermedades, es importante combinarla con ejercicios, deportes o alguna actividad física para mantenerse activo.
