Los condilomas o verrugas genitales son lesiones benignas ocasionadas por el Virus del Papiloma Humano (VPH) y consideradas una de las infecciones de transmisión sexual más comunes, de acuerdo con la OMS, que indica que a diario se originan un millón de casos de infección de transmisión sexual (ITS) alrededor del mundo, siendo los condilomas los más frecuentes.
Los tipos de VPH 6 y 11 son los causantes del 95% de los casos de condilomas aproximadamente y su principal vía de transmisión es a través del coito vaginal y anal, según indica la Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia.
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Todas las enfermedades por VPH son transmitidas a través del contacto directo de la piel y las mucosas; sin embargo, no todas sus afecciones muestran lesiones visibles.
En el caso de los condilomas se presentan de manera variable en forma de verrugas y lesiones desde pocos milímetros, frecuentemente en forma de coliflor.
Los condilomas menos comunes pueden tener un impacto en otras membranas mucosas como la boca y la orofaringe. Su aparición en la piel y desarrollo de lesiones empiezan a surgir a partir de 3-8 semanas.
Este tipo de afección es considerada de “bajo riesgo oncogénico” por lo que no se relaciona con el cáncer, no obstante las personas que sufren de condilomas presentan una con-infección por otros tipos de VPH de “alto riesgo oncogénico”.
La cantidad de lesiones también oscila, desde casos poco usuales de lesiones únicas hasta la presencia de múltiples lesiones. Estas afecciones suelen impactar comúnmente en la vulva, el clítoris, los labios mayores y menores.
Según lo explicado por Pablo Ortiz, un experto en Dermatología afiliado a la Universidad Complutense de Madrid y que ocupa la posición de jefe en el Servicio de Dermatología en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, a la a la revista infosalud, los condilomas se pueden entender como una variedad de verrugas con una textura rugosa que tienden a manifestarse en las áreas genitales y perianales.
Los síntomas que presentan los condilomas suelen ser de poca intensidad, pero generando comezón, irritación, ardor e hinchazón, y en raras ocasiones, dolor y sangrado en el coito.
El diagnóstico de los condilomas o verrugas genitales se realiza por medio de un examen físico, sin necesidad de hacer una biopsia, a menos que se presenten situaciones en las que no hay respuesta a tratamientos o hay sospecha de lesiones malignas.
El tratamiento más apropiado para tratar los condilomas debe estar basado en las siguientes consideraciones:
-Extirpación quirúrgica de las lesiones.
-Fármacos citotóxicos como el ácido tricloroacético.
-Destrucción de las lesiones con métodos físicos, crioterapia y láser.
-El principal método anticonceptivo de prevención es la vacuna contra el VPH.
-El uso del preservativo es una gran barrera para la protección de este tipo de afecciones.
