El juego del chantaje emocional: sobrevive y libérate

Por | marzo 1, 2024

El chantaje emocional, es una estrategia o táctica de control que a menudo pasa desapercibida, pero es en realidad una forma de violencia psicológica. Según la autora Susan Forward, conocida por su obra «Chantaje emocional», esta forma de manipulación es descrita como una táctica poderosa empleada por personas cercanas para amenazar, ya sea de manera directa o indirecta, con el objetivo de castigarnos si no cumplimos con sus deseos.

El manipulador busca moldear nuestro comportamiento sin permitirnos una elección genuina, valiéndose de intimidación, amenazas y sutiles formas de manipulación que erosionan nuestra autoestima, explica la autora.

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Detectar a un chantajista emocional implica reconocer sus patrones de comportamiento. Por ejemplo, suelen tener demandas desproporcionadas que van en contra de nuestras necesidades y deseos, sin importar cuánto hayamos cedido en el pasado. Además, suelen resistirse firmemente a aceptar puntos de vista diferentes, manifestando enojo o decepción para presionar.

Los chantajistas son expertos en tergiversar palabras para evitar asumir responsabilidades. Pueden amenazar de forma directa o disfrazada, exagerando consecuencias o insinuando rupturas. También tienden a minimizar los problemas ajenos mientras explotan los puntos débiles de la víctima.

Actúan con prepotencia, cambiando de humor rápidamente para manipular. Los diferentes tipos de chantaje emocional incluyen el uso del miedo, la semilla de la culpa, la aparente dependencia del chantajista, la confusión y la crítica hacia la víctima, y la promesa de recompensas a cambio de complacencia.

Pistas para detectar el chantaje emocional:

  • Exigencias desproporcionadas: los chantajistas suelen plantear demandas que van en contra de nuestras necesidades y deseos, sin importar cuánto hemos cedido en el pasado. Estas exigencias son a menudo irrazonables y desmesuradas, y el manipulador nunca parece estar satisfecho, siempre queriendo más.
  • Resistencia y manipulación emocional: rara vez ceden ante puntos de vista diferentes. En lugar de eso, muestran enojo, decepción o tristeza para presionar a la víctima a que se someta a sus deseos. Utilizan tácticas emocionales, como llorar, discutir o gritar, para influir en la decisión de la persona manipulada.
  • Evasión de responsabilidades: los manipuladores son hábiles en distorsionar las palabras y desviar la responsabilidad de sus acciones. Cuando se les confronta, pueden adoptar el papel de víctima o recordar todo lo que han hecho por la otra persona para evitar asumir su propia responsabilidad en la situación.
  • Amenazas directas: el chantaje emocional puede manifestarse a través de amenazas explícitas o disfrazadas. Estas amenazas pueden incluir la exageración de las consecuencias de una decisión equivocada, la insinuación de rupturas o incluso la manipulación emocional con el objetivo de generar miedo y obligar a la víctima a ceder.
  • Explotación de debilidades: Son expertos en identificar y explotar las debilidades emocionales de la persona manipulada, utilizando estas vulnerabilidades para ejercer control sobre ella.

Estrategias para protegerse del chantaje emocional:

Reconocer y establecer límites: El primer paso para protegerse del chantaje emocional es reconocerlo como tal y establecer límites claros y firmes. Es importante comprender que ceder ante el chantaje solo refuerza el comportamiento manipulador.

Practicar el autocuidado y la autoafirmación: Cultivar la autoestima y el autocuidado es fundamental para protegerse del chantaje emocional. Esto implica aprender a decir «no» de manera firme y amable, y recordar que es legítimo defender nuestros propios derechos y necesidades sin sentirnos culpables.