La hipertensión, o presión arterial alta, es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo. Mantener la presión arterial bajo control es esencial para prevenir complicaciones graves, como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y problemas renales. La dieta juega un papel clave en la regulación de la presión arterial, y algunos alimentos pueden empeorar esta condición. A continuación, te presentamos una lista de 20 alimentos que debes evitar si padeces hipertensión.
Los alimentos procesados, como las comidas rápidas y congeladas, contienen grandes cantidades de sodio y conservantes que pueden elevar la presión arterial. Incluso productos aparentemente saludables, como las sopas enlatadas, pueden ser perjudiciales.
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Aunque deliciosa, la pizza suele estar cargada de sodio debido a su base de masa, salsas y embutidos. Esto la convierte en un alimento poco recomendable para quienes sufren de hipertensión.
El jamón, la mortadela, el salami y otros embutidos son ricos en sodio y grasas saturadas. Estos componentes aumentan los niveles de presión arterial y el riesgo de enfermedades cardíacas.
El pan blanco, además de tener bajo valor nutricional, suele contener cantidades importantes de sodio. Opta por panes integrales con bajo contenido en sal.
Las hamburguesas, papas fritas y otros alimentos de comida rápida son ricos en grasas saturadas y sodio. El consumo regular puede provocar un aumento considerable en los niveles de presión arterial.
Las carnes rojas, como la carne de res y el cerdo, pueden aumentar la presión arterial debido a su alto contenido de grasas saturadas y colesterol. Se recomienda optar por carnes magras o proteínas vegetales.
Las bebidas azucaradas, como los refrescos, no solo contribuyen al aumento de peso, sino que también contienen cafeína y azúcares añadidos que pueden incrementar la presión arterial.
Los productos de panadería, como las galletas y los pasteles, suelen contener grasas trans y azúcares refinados, dos componentes que afectan negativamente la salud cardiovascular y elevan la presión arterial.
El queso, especialmente el queso procesado, tiene un alto contenido de sodio. Evitar los quesos industrializados es clave para mantener la presión arterial bajo control.
Aunque las sopas pueden parecer una opción saludable, las versiones enlatadas contienen sodio en exceso. Opta por sopas caseras con bajo contenido de sal.
La salsa de soja es uno de los condimentos más ricos en sodio. Incluso las versiones bajas en sodio pueden contener cantidades considerables de sal.
El tocino es otro alimento procesado lleno de sodio y grasas saturadas que puede elevar la presión arterial de manera significativa.
La margarina, especialmente las versiones que contienen grasas trans, es perjudicial para la salud del corazón. Opta por alternativas más saludables, como el aceite de oliva.
El consumo excesivo de alcohol puede aumentar la presión arterial y contribuir al desarrollo de enfermedades cardíacas. Se recomienda moderar su ingesta.
Los postres industriales, como las tortas y los helados, contienen grandes cantidades de azúcares añadidos y grasas no saludables, lo que puede afectar negativamente a los niveles de presión arterial.
La mantequilla es alta en grasas saturadas, lo que puede elevar los niveles de colesterol y contribuir a la hipertensión. Sustituye la mantequilla por opciones más saludables como el aguacate.
Las carnes curadas, como el chorizo y la salchicha, están cargadas de sodio y grasas, lo que puede afectar gravemente la presión arterial.
Las bebidas energéticas contienen grandes cantidades de cafeína y azúcar, lo que puede provocar aumentos rápidos y peligrosos en la presión arterial.
Este clásico refrigerio es rico en grasas trans y sodio, lo que las convierte en una de las peores opciones para quienes buscan controlar la hipertensión.
Aunque el café puede disfrutarse con moderación, la cafeína puede elevar temporalmente la presión arterial. Si tienes hipertensión, opta por el café descafeinado o reduce su consumo.
Evitar estos alimentos o consumirlos con moderación puede ayudarte a controlar tu presión arterial y proteger tu salud cardiovascular. Adoptar una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras es clave para mantener la hipertensión bajo control.
Una dieta adecuada es esencial para controlar la hipertensión, y algunos alimentos destacan por sus beneficios para quienes padecen esta condición. Los lácteos bajos en grasa, como la leche y los yogures no azucarados, son opciones recomendadas. En cuanto a las carnes, es preferible consumir aquellas con la menor cantidad de grasa posible, y el pescado es una excelente fuente de proteínas saludables. Los huevos, con su alto valor nutricional, deben consumirse en cantidades moderadas (3-4 por semana).
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Los cereales sin azúcar, junto con las verduras, hortalizas y legumbres (judías, lentejas, garbanzos), aportan fibra y nutrientes esenciales. Las frutas frescas, excepto las desecadas o en almíbar, también son fundamentales, así como las grasas saludables provenientes del aceite de oliva, girasol y pequeñas cantidades de mantequilla o margarina.
Incorporar frutas ricas en potasio y antioxidantes ayuda a reducir la presión arterial. Los plátanos, arándanos, fresas, kiwis, sandía y naranjas son especialmente beneficiosos para mantener la presión bajo control, mejorando la salud vascular y equilibrando el sodio en el cuerpo.
Aunque seas cuidadoso al no añadir sal a tus comidas, la sal oculta en muchos productos procesados puede pasar desapercibida y contribuir al aumento de la presión arterial. Alimentos como salsas preparadas (kétchup, mayonesa, salsa de soja), sopas de sobre, legumbres y verduras en conserva, y embutidos contienen altos niveles de sodio. Incluso los caldos concentrados, pescados curados, patés, encurtidos y frutos secos salados pueden ser fuentes de sal escondida. Si tienes hipertensión, es fundamental leer las etiquetas y optar por versiones bajas en sodio para evitar consumir sal en exceso sin darte cuenta.
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