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LOS PRECIOS DE LA CANASTA BÁSICA NO SE HAN DISPARADO Y ESTÁN CRECIENDO A UN RITMO DE 1 % ANUAL. UN INDICADOR BAJO CONTROL QUE RECIBE EL NUEVO GOBIERNO.
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[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]En épocas de crisis es inevitable que indicadores como los de productividad y empleo se deterioren y es posible que ello ocurra igualmente con la tasa de cambio o las tasas de interés. Pero una variable sobre la que los gobiernos enfocan muchas de sus energías es la inflación, ya que un brusco aumento de su tendencia puede echar por tierra los planes de reactivación. Un antiguo aforismo económico indica que la inflación es el peor de los impuestos, porque cubre a toda la población, se paga inmediatamente y no hay forma de evadirlo.
La inflación es un golpe al poder adquisitivo de una sociedad. El índice de inflación señala cuánto ha aumentado el costo de la canasta básica. En el caso de República Dominicana, la responsabilidad de vigilar que la inflación no se desboque es del Banco Central, que trabaja con la metodología de inflación[/vc_column_text][vc_column_text]objetivo, por la cual se fija una meta y todos los esfuerzos se dirigen a cumplirla. A juzgar por los datos publicados por el Banco Central, la inflación no parece ser una preocupación grande en este período de recuperación de la economía, porque marcha en torno del 1 % anual, con lo que, hasta ahora, la meta se está cumpliendo. Tal meta, del 4 % más o menos un punto, está aún tres puntos por arriba del índice inflacionario, una brecha que puede enviar un mensaje de tranquilidad al nuevo gobierno que se posesiona este mes. La tendencia no había empezado bien: en enero, la inflación alcanzó el 4.17 % anual, su mayor valor desde julio de 2018. Para febrero, las cosas mejoraron, al bajar a 3.7%, el mismo índice con que había cerrado el año 2019. Los tres meses siguientes han mostrado un comportamiento bajista, que cerró en 0.99 % en mayo. De hecho, la inflación[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=»43216″ img_size=»full» alignment=»center»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]anualizada para ese mes es la más baja desde junio del 2019. Ese índice es, además, reflejo de la inflación negativa de 0.11 % en el mismo mes. En su análisis, el Banco Central estima la inflación interanual excluyendo los datos de algunos bienes agropecuarios de precios tradicionalmente volátiles, así como bebidas alcohólicas, tabaco, combustibles y transporte, con lo cual obtiene la cifra de las presiones inflacionarias de origen monetario. Ese cálculo da 3.1 % hasta mayo, un punto por debajo de la meta. Mayo es un referente importante para evaluar la marcha de la economía, dado que marcó el inicio del proceso de desescalada del cierre de gran parte de la actividad empresarial, por causa de la pandemia del covid-19.
El transporte fue el rubro más caro del mes, con 1.67 %, en tanto que vivienda subió 1.18 %, y artículos para el hogar, 1.12 %. Un grupo sensible como es el de alimentos y bebidas, descendió 1.82 %.
La historia En los últimos tres años, el índice anualizado mensual más alto fue el de junio de 2018, que llegó a 4.63 %. En el 2017 y 2019, lo fue diciembre, con 4.2 % y 3,66 %, respectivamente. En el año 2016, el mayor registro anualizado lo mostró enero, cuando alcanzó 2.53 %, y en el 2015, diciembre, único mes del año en el que superó el 3 %. Para encontrar un indicador superior[/vc_column_text][vc_column_text]4 y 5 % hay que remontarse al 2013, cuando once de los doce meses tuvieron inflación anual sobre 4%.. En los últimos diez años, el crecimiento mensual de precios más alto se presentó en agosto de 2011, con 10.1 %. Para el mismo período, el caso contrario, es decir, el mes con menor registro anualizado fue abril de 2015, con una variación negativa de 0,04 %. Con una inflación anualizada de casi 1 %, la economía parece tener una carretera ideal para su viaje hacia la reactivación. Hacerlo con precios desbocados haría el camino más difícil, más riesgoso y, lo peor, mucho más lento. En su análisis sobre la situación de la economía en el primer cuatrimestre, el Banco Central ya advertía la importancia de este factor:
“las bajas presiones inflacionarias y la fortaleza de los fundamentos de la economía dominicana le otorgan suficiente espacio para continuar reaccionando de forma oportuna implementando medidas que mejoren las condiciones monetarias y contribuyan a sortear de la mejor forma posible los efectos negativos en la economía derivados de la contingencia sanitaria del covid-19”.
Y por ello, advirtió que seguiría dando “especial seguimiento a los factores que puedan generar desvíos de la meta de inflación y afectar el crecimiento económico”.[/vc_column_text][vc_column_text]Uno de esos factores es el del precio de los combustibles. Por su condición de país importador, República Dominicana es altamente sensible a la tendencia del precio internacional. Y a pesar de que no se puede grabar en piedra un pronóstico acerca de lo que acontecerá con el crudo, sí se puede afirmar que el entorno internacional no parece favorable a un período de alzas continuas. Ello estriba en que hay exceso de oferta en el mercado mundial, originado en que la demanda global cayó bruscamente durante el segundo trimestre del año, como consecuencia de la coincidencia de los confinamientos de la población en la mayoría de países. Además del factor petrolero, otro hecho que podría afectar la inflación en el país es un aumento acelerado de productos importados, lo cual no parece viable porque la diminución de la actividad productiva durante el semestre pasado afectó los ingresos del conjunto de la población y, por ende, su predisposición al gasto no básico. Tampoco hay problema con la oferta de bienes agrícolas, lo cual es un factor favorable a la estabilidad de precios. Por ahora, el panorama luce favorable a la obligación del Banco Central de contener la inflación. Y no hay que temer si tiene aumentos leves a medida que la productividad y el empleo se vayan recuperando, y suba la demanda agregada de toda la economía.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.
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