La relación entre Netflix y la Fórmula 1, que comenzó con el éxito rotundo de la serie documental Drive to Survive, podría estar a punto de dar un salto cualitativo.
Según informes recientes de The Athletic y Autosport, la plataforma de streaming estaría considerando presentar una oferta para adquirir los derechos de transmisión en vivo de la categoría reina del automovilismo. Aunque, por el momento, el posible acuerdo se limitaría al mercado estadounidense, este movimiento podría marcar un antes y un después en la forma en que los fanáticos consumen el deporte motor.
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El momento en que surgieron estos rumores no es casual. Coincidieron con el lanzamiento de la séptima temporada de Drive to Survive, prevista para el 7 de marzo.
Desde su debut en 2019, la serie ha sido un fenómeno cultural que no solo capturó la atención de los aficionados tradicionales, sino que también atrajo a una nueva generación de espectadores.
Cabe destacar que la base de fanáticos de la Fórmula 1 en Estados Unidos creció un 10 % desde el estreno del programa, lo que subraya su impacto en la popularización del deporte en un mercado históricamente dominado por disciplinas como el fútbol americano, el baloncesto y el béisbol.
Actualmente, los derechos de transmisión en vivo de la Fórmula 1 en Estados Unidos están en manos de ESPN, que en 2018 tomó el relevo de NBC.
En 2022, la cadena firmó una extensión de tres años con Liberty Media, propietaria de la categoría, lo que significa que los derechos volverieron a estar disponibles al término de la temporada 2024.
Este escenario abre una ventana de oportunidad para que Netflix ingrese en el competitivo mercado de las transmisiones deportivas en vivo.
El crecimiento de la audiencia en Estados Unidos ha sido notable. Cuando ESPN comenzó a transmitir las carreras, el promedio era de poco más de 550,000 espectadores por evento. En 2022, esa cifra alcanzó un pico de 1,2 millones, aunque en 2023 experimentó una leve caída, situándose en 1,1 millones.
Este incremento se atribuye en gran medida al efecto Drive to Survive, que ha logrado humanizar a los pilotos y equipos, acercando el deporte a un público más amplio.
Netflix no es ajena a las transmisiones deportivas en vivo. En 2023, la plataforma contrató a Kate Jackson, exvicepresidenta de producción de ESPN, como su nueva directora de deportes.
Jackson, quien estuvo a cargo de la cobertura de la Fórmula 1 para la cadena deportiva, representa una clara señal de las ambiciones de Netflix en este ámbito. Su llegada coincidió con la emisión de dos partidos de la NFL en Navidad, un evento que costó a la plataforma 150 millones de dólares y atrajo a un promedio de 24 millones de espectadores por encuentro.
Este movimiento demostró la capacidad de Netflix para competir en el mercado de los deportes en vivo y estableció un precedente para futuras inversiones.
En comparación, ESPN pagó 5 millones de dólares anuales por los derechos de la Fórmula 1 entre 2019 y 2022, y su actual contrato de tres años tiene un valor total de 90 millones de dólares.
Para Netflix, adquirir los derechos de la Fórmula 1 podría ser una inversión estratégica que refuerce su posición en el mercado estadounidense y siente las bases para una expansión global.
Aunque el posible acuerdo se limitaría inicialmente a Estados Unidos, sus implicaciones podrían trascender las fronteras del país. Actualmente, Liberty Media comercializa los derechos de transmisión de la Fórmula 1 con emisoras individuales en cada país, un sistema heredado de la era de Bernie Ecclestone. Este modelo ha generado acuerdos de exclusividad en mercados clave como el Reino Unido, Alemania e Italia, donde Sky posee los derechos hasta 2029 y 2027, respectivamente.
En estos países, la exclusividad ha impedido que la plataforma oficial de la Fórmula 1, F1 TV Pro, esté disponible para los espectadores. Sin embargo, en Estados Unidos, F1 TV Pro sí está habilitada, ofreciendo a los fanáticos acceso a conversaciones de radio sin editar entre pilotos y equipos, un aspecto que ha generado tanto entusiasmo como controversia.
Si Netflix logra hacerse con los derechos de transmisión, podría ofrecer un enfoque similar, combinando la emisión en vivo con contenido exclusivo detrás de cámaras, algo que ya ha demostrado ser un éxito con Drive to Survive.
Netflix no es el único gigante del streaming que ha incursionado en las transmisiones deportivas en vivo. Amazon, a través de Prime Video, ha emitido partidos de la NFL desde 2017 y actualmente tiene los derechos exclusivos de Thursday Night Football en un contrato valuado en 1,000 millones de dólares. Además, la plataforma transmite la UEFA Champions League en Gran Bretaña.
Por su parte, Apple TV+ ha firmado acuerdos para emitir partidos de la MLB y la MLS, consolidando su presencia en el mercado del deporte en vivo.
En este contexto, la entrada de Netflix en la transmisión de la Fórmula 1 no solo sería un desafío para ESPN, sino también para sus competidores directos en el mundo del streaming.
La plataforma tiene la ventaja de contar con una base de suscriptores global y una marca asociada a la innovación en el entretenimiento. Sin embargo, el éxito de su posible incursión dependerá de su capacidad para ofrecer una experiencia única que combine la emoción de las carreras en vivo con el storytelling que ha caracterizado a Drive to Survive.
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