Comprometida plenamente con el bienestar y la salud de las personas integrado a una firme visión del crecimiento sostenible, Alejandra Nuño, licenciada en sociología por la Universidad escocesa de Aberdeen, con especialidad en salud y género, nos acompañó como invitada especial internacional en el evento MediTalk Summit 2022 de revista MediHealth by Mercado.
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En una interesante charla, Nuño subrayó la revolución industrial que ha llevado a los entornos laborales a nuevas alturas. La primera evolución empresarial trajo consigo un enfoque de energía, luego se hablaba de tecnología, logística y ahora hemos llegado al punto esencial de considerar el bienestar el primer activo de una empresa para captar y retener empleados.
Tenemos claro que la pandemia transformó el mundo laboral y cómo nos relacionamos con él. Cada vez son más quienes se proponen priorizar, por encima de todo, su bienestar y su salud mental, y exigen un trabajo que les permita vivir y realizarse de acuerdo con esos principios fundamentales.
Mientras en este lado del hemisferio discutimos el valor de la salud mental y cómo contrarrestar los factores que provocan el burnout laboral, Estados Unidos está atravesando lo que se conoce como la ‘Gran Dimisión’. Se estima que 4 millones de personas abandonan voluntariamente la población activa cada mes, cuestionando con fuerza el enfoque tradicional que priorizaba el desempeño profesional por encima de cualquier otra cosa.
«Llevamos muchos años hablando de esta agotamiento que parece que vamos contra natura y contra la vida. El covid había sido una reestructuración y prueba de ello es esa ‘gran resignación'» dijo, Alejandra Nuño.
Los factores en juego son diversos: bienestar, flexibilidad laboral, comunicación de valores, percepción de desarrollo personal… Todo parece estar apuntando a un nuevo reto para las personas de negocios, que nos invita a mirar el liderazgo desde otra óptica.
«Tenemos una gran oportunidad para mejorar y hacer un cambio de paradigma. No podemos llamar riqueza a aquello que contamina, ni a un sistema productivo que va contra la naturaleza», añadió Nuño.
Tras la pandemia, Alejandra Nuño asegura que se presentó «quizás por primera vez en mucho tiempo», un balance de lo que verdaderamente importaba en sus vidas, y la crisis fue una oportunidad de de rediseñar cómo, con quién y de qué modo quieren vivir y trabajar.
«La cultura del cuidado no es otra cosa que poner la vida en el centro de los negocios, de forma transversal a toda su operativa», aclara la experta. Y esto precisamente es lo que ella propone para el sector salud.
Si el sector sanitario encontrara ese giro de 180 grados que los lleve a colocar al paciente en centro con perspectiva de desarrollo sostenible, puede que alcancemos esa medicina de precisión y verdaderamente personalizada, que va más allá de cubrir los números.
En tal sentido, Nuño habla de la transformación de las industrias productivas a través de un enfoque lleno de empatía por el otro. Se trata de un «dejar de mirar a las personas como un recurso, para que se centren en el ser».
Esto sumado al valor de la intergeneracionalidad puede conducirnos hacia la salida que tanto reclaman las nuevas generaciones y necesitan las anteriores.