La República Dominicana se ha despedido de la leyenda del género, Johnny Ventura, por todo lo alto, pues no se podría esperar menos para rendir homenaje al personaje que durante seis décadas dedicó incansablemente su energía a nutrir la cultura dominicana y ayudar a aquellos en necesidad.
Tras su deceso, el presidente de la nación, Luis Abinader, decretó tres días de luto: significando que ninguna emisora en todo el territorio podría reproducir música con ritmos muy movidos, los ciudadanos no estaban permitidos invadir el espacio público con música de alto volumen y las banderas ondearon a media asta.
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Johnny Ventura no solo fue un impresionante representante del merengue, sino que también destacó por su labor en la política y compromiso ‘con la gente’; por ello su despedida ha sido distinta a cualquier otra.
«No es posible concebir la existencia de la República Dominicana sin estar acompañado del nombre de Johnny Ventura», dijo el expresidente del país, Leonel Fernández, en el cementerio Cristo Redentor, la última parada del músico.
Previo a la parada final, Ventura fue velado en una capilla íntima, con sus más cercanos familiares y amigos; luego fue turno de sus compañeros políticos, pues fue trasladado a las instalaciones del partido Fuerza del Pueblo (FP); para el ‘adiós’ final del pueblo se realizó un velatorio popular en el Palacio de los Deportes y el carro fúnebre recorrió Villa Juana, sector donde vivió por muchos años.
Durante el recorrido, cientos de ciudadanos se volcaron a las calles con imágenes, carteles, flores blancas e imágenes para despedir con gran honra al intérprete de clásicos como «Merenguero hasta la tambora», «El Carbonero» y «¿Pitaste?». Algunos se situaron en puentes peatonales, aceras de avenidas, transitaban en motocicletas o carros al mismo paso de la carroza.
Se recuerda que ‘El caballo negro’ falleció el 28 de julio a causa de un infarto en la provincia de Santiago. Inició su trayectoria en la década de los 60, introduciendo nuevas e innovadoras composiciones, letras y ritmos, que lo llevaron a construir paso a paso la intacta reputación que le ha caracterizado durante todos estos años.
Ha logrado destacarse en cada rincón del continente americano: Chile, México, Puerto Rico, Nicaragua, San Martín, Perú, Guatemala, Nassau, Guadalupe, Haití, Jamaica, Ecuador, Canadá, El Salvador, Venezuela, Panamá, Estados Unidos; también cautivó en aguas internacionales, contagiando su música alrededor de Europa.
Revista Mercado destacó en su edición especial «La Música, tenores de una industria ‘in crescendo’» de diciembre 1997 a Ventura como uno de los mejores representantes de la música en República Dominicana mientras la economía naranja apenas iniciaba su industrial ascenso hacia aguas internacionales. Allí, se desmenuza la industria musical local desde sus más íntimos autores. (pfm)
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