Tony Hsieh, su legado como dueño de la compañía más feliz del mundo
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Tony Hsieh, su legado como dueño de la compañía más feliz del mundo

Por pferreras | septiembre 14, 2021

Nunca antes se había escuchado a un emprendedor públicamente expresar que deseaba convertir su empresa en la más feliz del mundo, donde cada uno de sus empleados llegue con una sonrisa genuina en el rostro y termine su jornada laboral de la misma forma. Tony Hsieh fue el joven que lo propuso y se encargó de hacerlo realidad previo a su trágica partida hace apenas un año.

«¿Qué pasaría si las ganancias y la felicidad del negocio fueran impulsadas por una reinvención radical del lugar de trabajo?» se preguntó Hsieh, para luego erradicar las jerarquías en su empresa de zapatos Zappos en Estados Unidos; la tienda minorista resultó ser tan rentable que Amazon la compró hace doce años por más de US$ 1,000 millones.

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¿Hacia qué propósito se movía Tony?

Nacido en 1973 en el seno de una familia de inmigrantes taiwaneses radicados en Illinois, EE.UU. solo soñaba con convertirse en multimillonario. Planeaba hacerlo según la cultura común entre niños asiáticos de los 70: trabajo duro, calificaciones altas, amaestrando instrumentos musicales y escaso tiempo frente a la televisión, pero el panorama cambió.

En menos de 25 años cumplió su sueño

Salió del régimen autoritario que su familia tenía planteado para él, no quería una profesión para mantenerse postrado en una oficina, soñaba con vivir una vida más allá de estar atrapado en un cubículo. Corto tiempo tras graduarse de Harvard, ayudó a fundar LinkExchange, una empresa de software vendida a Microsoft por US$ 265 millones en menos de dos años.

Aunque haya parecido que Hsieh vendió su primera empresa por ser rico, años después el cofundador desmintió los rumores: «Lo que mucha gente no sabe es la verdadera razón por la que vendimos la empresa. La verdadera razón era simplemente que ya no era un lugar divertido para trabajar«. El modo de vida que seguían allí no era saludable, Tony contaba que dormían debajo del escritorio tras trabajar sin descanso el día completo, no tenían conocimiento de la hora y mucho menos recordaban asearse.

LinkExchange fue una compañía que nació en manos de jóvenes amigos, ¿cómo se expandió? contratando otros amigos… una estrategia que pronto dejaría de funcionar porque ya no tenía más conocidos para añadir a la nómina empresarial. Así que recurrió a reclutar fuera de su círculo social, personas con un currículum impecable, algo que inmediatamente entendió como un error.

Así se crea la compañía más feliz del mundo

Hsieh despreciaba la idea de decirle a las personas que hacer, introducirlos a una jerarquía, establecer quiénes serían los líderes. Prefería que todos los empleados se unieran para seguir una misma visión y actuaran según sus creencias: «Yo mismo no quería salir de la cama en la mañana para ir a la oficina y ese era un sentimiento extraño, porque se trataba de una compañía que yo había cofundado, y si yo me sentía así, me preguntaba cómo se sentían los demás», explica.

Aparte de dinero para vivir, necesitaba ser feliz.

Tras ese fuerte sentimiento nace Zappos, una tienda minorista online de zapatos financiada por la venta de LinkExchange, esta era la oportunidad de traer felicidad en su vida laboral y a los demás colaboradores de la compañía.

Debido a su distintivo modelo de trabajo, resultaba confuso para empleados de nuevo ingreso: «Me preguntaba cómo era posible que alguien pudiera terminar sus tareas (…) Me preguntaba qué estaba pasando. Era una explosión de brillantina, unicornios, había desfiles constantemente, gente lanzándote caramelos. Si no estabas bailando y cantando, había una especie de buffet para comer todo lo que pudieras», describe Alexis Gonzales-Black, antiguo empleado.

Dentro de Zappos cada individuo era feliz, ingresaban a su jornada laboral siendo ellos mismos, con una explosión de ideas creativas y hambre de productividad. La estrategia fue tan exitosa que en menos de una década las ventas superaron los US$ 1,000 millones. (pfm)

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