En un mundo que avanza hacia una mayor conciencia ambiental, la brecha entre la oferta de empleo «verde» y la disponibilidad de trabajadores cualificados se está ampliando de manera preocupante. El reciente Informe Global Green Skills Report 2023 de LinkedIn destaca un crecimiento casi doble en la demanda de empleos relacionados con la sostenibilidad (carreras verdes), comparado con el ritmo al que se están formando los profesionales necesarios para cubrir estas posiciones. Más alarmante aún es que sólo una de cada ocho personas posee las habilidades necesarias para abordar la crisis climática, con las mujeres enfrentando desventajas adicionales en este campo.
La creciente sensibilidad hacia el medio ambiente, especialmente entre las generaciones más jóvenes, está impulsando un cambio tanto en la demanda de productos y servicios sostenibles como en las carreras relacionadas con la sostenibilidad. “Este es un buen momento para que los jóvenes se involucren activamente en estudios y prácticas que los preparen para las carreras del futuro, que indudablemente incluirán un componente verde”, asegura Isabel Aranda, doctora en Psicología para los medios.
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Identificar oportunidades laborales en el campo de la sostenibilidad es crucial. Las áreas clave incluyen la gestión de energía, agua, residuos, alimentos y la promoción de prácticas circulares. Además de la educación formal en carreras vinculadas con la sostenibilidad, es esencial adquirir experiencia práctica en reciclaje y conservación. “Desarrollar habilidades verdes también implica un compromiso político y legislativo, así como el fomento de la innovación tecnológica y la educación continua”, enfatiza Aranda.
La compañía británica de investigación de mercado Mintel identificó lo que ha denominado la «brecha ecológica de género». Este término surgió después de que estudios revelaran que el 71% de las mujeres en el Reino Unido se comprometen a adoptar un estilo de vida más sostenible, comparado con el 59% de los hombres.
Este compromiso femenino es notable especialmente en sectores como la belleza y la moda, donde muchas iniciativas sostenibles están dirigidas a mujeres, potenciando la percepción de que ellas cargan con una mayor responsabilidad en la lucha contra el cambio climático.
Sin embargo, al examinar cómo se distribuyen las habilidades verdes, o «green skills», entre los géneros, se descubre una nueva forma de desigualdad: un «techo verde» que limita el acceso de las mujeres a posiciones de liderazgo dentro del sector ambiental.
«El techo verde no solo simboliza barreras para alcanzar puestos de poder, sino también las dificultades específicas que enfrentan las mujeres para destacar en el sector ambiental», explica Isabel Aranda, experta en psicología. A pesar de esto, Aranda ve en esta situación una oportunidad: «Como es un campo en pleno desarrollo, representa una posibilidad para las mujeres de especializarse y liderar en áreas menos tradicionales y aún no dominadas por hombres».
En 2024, las carreras con una orientación verde son más necesarias que nunca y varían según la región geográfica. Estas profesiones están en la vanguardia de la gestión de recursos naturales, energías renovables, eficiencia energética y conservación de la biodiversidad. Entre las profesiones más demandadas se encuentran la arquitectura sostenible, agricultura sostenible, consultoría medioambiental, sostenibilidad ambiental y funcional de los agrosistemas, ingeniería sostenible, energías renovables y gestión de residuos.
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