¿Por qué sembrar más referentes para mujeres en carreras STEM?: La realidad dominicana

De acuerdo al último informe de la UNESCO, en República Dominicana solo el 35% de las estudiantes están matriculadas en carreras relacionadas a las STEM, con grandes diferencias entre disciplinas. Solo el 3% de las estudiantes de educación superior universitaria, escogen realizar estudios en el área de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Esta disparidad profesional es especialmente alarmante si consideramos que, en general, las carreras vinculadas con las STEM constituyen los empleos del futuro, la fuerza motriz de la innovación, del bienestar social, del crecimiento inclusivo y del desarrollo sostenible.

La falta de modelos a seguir es, de hecho, uno de los factores que obstaculiza la participación de las mujeres en las áreas de ciencias y matemáticas

La falta de modelos a seguir es, de hecho, uno de los factores que obstaculiza la participación de las mujeres en las áreas de ciencias y matemáticas. Este es uno de los resultados obtenidos en el estudio ‘Mujeres eligiendo carreras STEAM’, (la A, adicional se refiere a la inclusión de las Artes) que realizó en 2020 el IPADE y Movimiento STEM. Graciela Rojas, presidenta y fundadora de la organización dedicada a promover la enseñanza en estas áreas, señala que contar con referentes públicos o cercanos, hacen la diferencia respecto a las opciones a las que niñas y jóvenes pueden aspirar al decidir a qué se dedicarán como parte de su formación académica.

Es lamentable que uno de los grandes referentes mundiales sea tan antiguo: Maria Curie, la única mujer que ha ganado dos premios Nobel (y la primera persona en lograrlo): el de Física en 1903 y el de Química en 1911. Dejando a un lado aquellas mujeres que aquí también han hecho historia, como Patria Rivas, bioanalista de formación académica, apasionada investigadora y experta en inmuno-genética y biología molecular. Una mujer que a fuerza de innovación a tenido alcance en Latinoamérica y el Caribe y es CEO de Patria Rivas Laboratorio Clínico.

El estudio realizado por Movimiento Steam y el Ipade señala que existen barreras ligadas con circunstancias individuales como la autopercepción, la eficacia personal y el interés por ciertas materias, que influyen en la percepción que tienen las niñas sobre su propia capacidad intelectual y desempeño en las ciencias. Aunque son individuales, estos factores están influenciados por estereotipos de género que se adquieren en el proceso de socialización durante la infancia, lo que provoca una estructura de ideas sesgadas en perjuicio de niñas, mujeres y su desarrollo.

Sin embargo, en todo el mundo solo el 22% de los profesionales que trabajan en el ámbito de la inteligencia artificial son mujeres (WEF, 2018). La situación se torna incluso más crítica en el caso de los investigadores que se dedican al aprendizaje automatizado, de los cuales solo el 12% son mujeres. Si esta situación no se soluciona con rapidez la brecha de género en STEM se ampliará durante la Cuarta Revolución Industrial.

Una forma de cerrar la brecha que existe en la participación de las mujeres en las carreras STEM es impulsando el talento femenino en la vocación científica de las personas con la que colaboran, dándoles visibilidad y alentando en ellas la confianza en sus habilidades. De hecho, solo 3% de los Premios Nobel en ciencias han sido otorgados a mujeres. Algunas de las ocupaciones STEM con mayores ingresos, como la informática y la ingeniería, tienen los porcentajes más bajos de mujeres trabajadoras. (KR)