El mundo asiste con atención a la sucesión de acontecimientos históricos que giran alrededor de la monarquía británica. Los 70 años de reinado de Isabel II han estado marcados por la sobriedad, la estabilidad y también, por episodios polémicos que erosionaron la imagen de algunos de los miembros de la familia, principalmente el nuevo rey, Carlos III. Capítulos recogidos, con una mayor o menor fidelidad, por la megaproducción de Netflix The Crown, una serie que hechizó al gran público por sus personajes, ambientaciones y su relato de lo que sucedía dentro de los muros de Buckingham Palace.
Un relato que no gustó a sus protagonistas, o al menos al nuevo monarca inglés. Así lo desveló recientemente la líder laboralista escocesa Anas Sarwar en unas declaraciones recogidas por el ‘Daily Mail’. Según relata Sarwar, tuvo la ocasión de conocer al entonces príncipe de Gales en la apertura del curso del Parlamento de Escocia. “Llegó y dijo: ‘Hola, encantado de conocerlos, no me asemejo en nada a cómo me retratan en Netflix’”, afirmó la política, que lo describió como una persona “muy divertida”.
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Pese a que la propia reina no se pronunció públicamente sobre la serie, su exsecretario de prensa, Dickie Arbiter, afirmó que la soberana estaba “enojada” y “decepcionada de que la serie tratase sólo sobre las relaciones” familiares. Palabras que invitan a pensar que los miembros de la casa real inglesa no estaban conformes con la imagen que The Crown ofrecía sobre ellos. Sin embargo, sorprendentemente, la acogida del público no fue tan negativa hacia ellos.
Una encuesta publicada en diciembre de 2020 publicada por ‘The Sunday Times’ apuntaba a que el 35 % de los participantes en el sondeo había mejorado su percepción de la familia real después de ver The Crown, mientras que el 42 % mantenía su opinión previa.
Curiosamente, el entonces príncipe Carlos era uno de los mejor parados. El 34 % de los encuestados había mejorado la imagen previa que tenía del nuevo rey. En cuanto a Isabel II, su popularidad aumentó un 25 %. La de Lady Di creció un 30 % y la del duque de Edimburgo, un 17 %. Cabe señalar que el sondeo se realizó tras el estreno de la cuarta temporada, la primera en la que aparece el personaje de Diana de Gales y la última emitida hasta la fecha. El fallecimiento de Isabel II provocó que el rodaje de la sexta temporada, que está actualmente en marcha, se detuviese “por respeto”. De hecho, su guionista, Peter Morgan, define la serie como “una carta de amor” hacia la reina.
Como es lógico, el fallecimiento de Isabel II, entendido como un suceso histórico de primer nivel, ha generado un tsunami de interés en el que se ha visto envuelto The Crown. Las búsquedas en Google de la serie se dispararon en las horas posteriores a la noticia.
El adiós de Isabel II, la coronación de Carlos III y la consiguiente ola de interés suceden a pocos meses del estreno de la quinta temporada, previsto para finales de este año. El presupuesto alcanza los US$260 millones. Una de las mayores producciones de la historia sobre una de las familias con más peso político y social de los últimos dos siglos.
Redacción Mercado, con información de ‘Daily Mail’ y ‘The Sunday Times’
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