El sueño es esencial para el bienestar tanto físico como mental; aquella persona que no ha dormido las horas demandadas por su cuerpo en la noche para recargar energías, sin lugar a duda, se pasará el día con los ánimos por el suelo, irritante e incapaz de pensar correctamente.
8 horas de sueño recomiendan los expertos, sin embargo, de los 16 países incluidos en el estudio, apenas cuatro duermen lo necesario; si vives en Países Bajos, Nueva Zelanda o Francia puede que seas envidiado por el resto del mundo. Un estudio reveló los neerlandeses descansan por unos minutos más.
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A medida que pasan los años, la sociedad tiende crear malos hábitos como quedarse despiertos hasta muy tarde para complacer distintos factores, sacrificando así horas imprescindibles de sueño; existen personas que solo duermen entre cuatro y seis horas al día sin que esto afecte su salud.
Los datos parecen revelar el residente promedio de Singapur y Japón duerme por aproximado 7 horas con 30 minutos, pese a no parecer mucho tiempo, expertos indican es suficiente para causar un efecto nocivo en la salud.
Solo uno de siete estadounidenses afirma despertar por las mañanas sintiéndose frescos; el 27% de los encuestados dijeron levantarse cansados más de cuatro días a la semana, mientras aquellos que duermen entre 7 u 8 horas por noche declaran sentirse así tres veces por semana.
Lo bueno que es soñar
Dormir es vital, tanto como comer, pero aún se desconoce su importancia. A pesar de estudios realizados sobre el tema, no se ha encontrado una razón concreta, sin embargo, se ha demostrado que somos capaces de sobrevivir mucho más tiempo sin comer que sin dormir.
Durante el sueño, la corteza cerebral produce ondas eléctricas que desconectan los estímulos que llegan al exterior, es la fase NO REM, a la que se le atribuye la función de la hormona del crecimiento y funciones inmunológicas; luego soñamos, para más adelante consolidar la memoria, aquí el cerebro borra información innecesaria con el fin de almacenar nueva.
Pasar por estos ciclos mientras dormimos posiblemente es lo que se encuentre importante sobre esta actividad, ya que si el cerebro obvia alguna pequeña parte de estas etapas, no se obtiene un buen descanso, lo que procede a afectar el rendimiento.
De esta acción obtenemos varios beneficios, permitiendo aclarar ideas sueltas; grandes personajes de la historia han acudido a este método para resolver incógnitas presentadas en sus investigaciones, como el químico Friedrich Kekulé, quien estuvo un largo periodo de tiempo tiempo tratando de descifrar algunas interrogantes sobre unas moléculas por lo que cayó dormido de cansancio y al despertar declaró que pudo resolverlas. Así mismo pasó con Dmitri Mendeléyev, quien se inspiró en un sueño para crear la tabla periódica de elementos.
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