HOY SE CUMPLE un año de la muerte del astro del baloncesto, Kobe Bryant, quien dejó una fortuna a su esposa e hijos; sin contar con el legado que quedó sellado en el corazón de los aficionados, haciendo su herencia incontable. Basta con recorrer las calles de la parte baja sur de California, para contemplar los diferentes murales, dedicados a Kobe y su hija Gianna de 13 años, que también falleció en el mismo vuelo.
Unos expresan su amor a través de murales, mientras que otros tratan de seguir sus pasos dentro y fuera de la cancha. No por casualidad se hizo 5 veces campeón y nombrado dos veces el jugador más valioso en las finales de la NBA. Y aunque a los 41 años, cuando murió ya se encontraba retirado de la NBA, él sigue representando una gran pérdida para Los Ángeles.
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Kobe es recordado por su esfuerzo y constancia. Sus amigos y familiares le reconocen como el jugador con mejor sentido de la responsabilidad. Era siempre el primero en llegar y el último en irse, cuentan que nunca se valió del talento para detenerse a descansar, sino que trabajó duro y constante para superarse a sí mismo.
Con su partida, quedaron su esposa y otras tres hijas: Natalia, Bianca y Capri, las ahora millonarias mujeres Bryant. Según informó la revista Forbes tras el suceso, la fortuna del exbaloncestista rondaba los 600 millones de dólares (más de 494 millones de euros). Y es que, tras su fulgurante carrera en la NBA, el estadounidense supo invertir de manera hábil en los negocios, convirtiéndose en un empresario de éxito con una cuenta corriente más que abundante.
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No obstante hoy esa herencia sigue con muchos procesos abiertos que retrasan la tramitación. La semana pasada, USA Today apuntaba que, en la actualidad, son cinco los juicios que se encuentran abiertos (incluyendo el relativo a la compañía Island Express, dueña del helicóptero, o el de la madre de Vanessa, Sofía Urbieta, que reclama cinco millones de dólares por haber hecho de niñera y ama de casa de la pareja durante casi dos décadas).
Otro de los procesos abiertos es la participación de su hija más pequeña Capri en la herencia, ya que apenas tenía un año de vida para el momento en que ocurre el accidente, quedando fuera de los documentos originales.
Cada salto y gota de sudor de Bryant en el baloncesto tuvo su recompensa, ya que siempre contó con el salario más alto de toda la historia de la competición desde sus inicios en 1966. Según Forbes, en su temporada más lucrativa (la del 2013- 2014), la suma de su sueldo con los Lakers y sus colaboraciones publicitarias ascendía a los 62 millones de dólares.
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Además su nómina llegó a posicionarse como la segunda más alta de la historia, con 3,5 millones de dólares durante varias temporadas, cantidad superada sólo por el gran Michael Jordan. Las ganancias salariales de su carrera deportiva completa, además, le colocan en el segundo lugar del ránking con 323 millones de dólares (más de 266 millones de euros), superado únicamente por Kevin Garnett.
Contratos publicitarios con marcas como Nike (el socio más fiel en muchos años), hicieron crecer su fortuna. Los inicios de su relación con la marca fue con una primera contratación de 4 años por unos 40 millones de dólares.
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Por otro lado, en el año 2016 el deportista se sumergió en el mundo de las finanzas, abriendo un fondo de capital de riesgo bajo el nombre Bryant Stibel, y que en la actualidad, según Business Insider, cuenta con activos superiores a los 2000 millones de dólares (más de 164 millones de euros).
Y no se detuvo allí, también se convirtió en inversionista de la empresa de bebidas deportivas Body Armor. Una decisión muy acertada, que le generó grandes ganancias luego de que Coca-Cola invirtiera 300 millones de dólares en la marca revalorizando las acciones de Kobe.
Bryant invirtió así mismo en otras empresas como la marca de productos ecológicos The Honest Company, el portal The Player´s Tribune, la empresa de entretenimiento interactivo Scopely, o la firma de servicios legales Legal Zoom. Por otro lado, hay que recordar que el estadounidense fundó en 2016 su propia productora, Gravity Studios, con la cual desarrolló diversos proyectos audiovisuales, y entre ellos, el cortometraje de animación ‘Dear Basketball’, con el que ganó el Oscar en 2018.
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En lo que a sus propiedades y terrenos se refiere, Kobe nunca demostró debilidad por las mansiones lujosas que acostumbran buscar las estrellas. Su familia y él vivían de manera habitual en Newport Beach, la ciudad más exclusiva del condado de Orange, en California, en una residencia valorada en más de 4 millones de dólares (alrededor de 3,3 millones de euros).
Pero habían otras dos propiedades que fueron vendidas. Una 5 años antes de su muerte, en la misma zona que vive por unos 6 millones de dólares y la tercera propiedad, fue vendida por su esposa luego de la muerte. Este lugar era utilizado por la familia como residencia de fin de semana y se vendió en 2 millones de dólares.
El garaje de Bryant, según informó el medio El Español al poco de su accidente, estaba lleno de vehículos de lujo. Al momento de su muerte, el estadounidense contaba con un Ferrari 360 Modena de 220 mil dólares, un Cadillac Escalade de 300 mil dólares, un Range Rover de 60 mil dólares, un Lamborghini Murciélago de 220 mil dólares, un Bentley Continental GT de 2 millones de dólares, un Bentley Azure Mulliner de 500 mil dólares, un Jeep Wrangler de 110 mil dólares y un Lamborghini Aventador de 4 millones de dólares.
Kobe fue un ejemplo de multifacético, ni siquiera el mundo editorial lo pudo ignorar. El exdeportista publicó una saga para adolescentes llamada ‘Serie Wizenard’, en la que se narraba las aventuras de un equipo juvenil de baloncesto. La serie está compuesta de cinco libros: el último de ellos, publicado póstumamente, fue todo un éxito de ventas que acabó alcanzando la primera posición de la prestigiosa lista de bestsellers del New York Times.
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