Por sus refrescantes burbujas y su suave sabor, el champagne es considerado como una bebida para celebraciones y actividades sofisticadas. Desde hace muchos años, el champagne se asocia a alta sociedad, ya sea por el mito de que la copa fue modelada con la forma del pecho de María Antonieta o por el consejo de Diana Vreeland a las lectoras adineradas de Harper’s Bazaar de lavar el pelo rubio de sus hijos con la bebida dorada para mantenerlo brillante.
Sin embargo, sus orígenes nos trasladan hasta el siglo XVII en Europa, donde se empezó a utilizar este espumante, cuya creación fue un error.
Accede a las historias más relevantes de negocios, bienestar y tecnología. Entérate de nuestros rankings y eventos exclusivos. Suscríbete y recibe en tu correo el mejor contenido de Mercado.
El champagne es un vino espumoso que contiene anhídrido carbónico obtenido de forma natural, tras la fermentación alcohólica del mosto de uva. Aunque se produjo por primera vez en la región francesa de Champagne en el siglo XVII, la bebida tiene sus orígenes en la época romana, cuando los invasores producían vino en el terreno calcáreo por el que es conocida la zona.
Sin embargo, se considera que el inventor del champagne es el monje benedictino Dom Pierre Perignon en el año 1693, en Francia. El monje estaba probando nuevas mezclas para desarrollar un nuevo vino y dio por resultado esta mezcla espumosa, que por casualidad probó y consideró que el resultado era magnífico.
El proceso es muy sencillo. Si los vinos se guardan en barricas, el gas producido durante la fermentación se escapa, pero si se guarda en botellas, queda retenido en el líquido y le da su carácter especial.
Al principio, el champagne era considerado como un vino defectuoso por sus imprevisibles burbujas; sin embargo, ganó popularidad y se hizo famoso como bebida
“Es difícil señalar una fecha exacta de cuándo se importó el champagne por primera vez, ya que muchos registros son anecdóticos», explica Francoise Peretti, directora de la Oficina del Champán del Reino Unido y portavoz de la industria del champagne en ese país.
Peretti asegura que una de las primeras versiones de la bebida era popular en su país e incluso era del gusto del rey Enrique VIII. “La creciente afición y demanda de champán entre la aristocracia inglesa durante el siglo XVIII contribuyó al desarrollo del mercado británico», agrega.
Sin embargo, fue el duque de Orleans el responsable de su repentina llegada a la alta sociedad francesa tras servirlo a su círculo de amigos aristocráticos en el Palais Royal de París. A partir de ahí, su popularidad se extendió rápidamente por toda Europa y luego por el resto del mundo.
Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.
Con la compra de tu suscripción digital, recibes acceso a contenido premium dentro de nuestra plataforma web.
Acceso exclusivo a noticias, entrevistas y artículos
Acceso prioritario a eventos
Newsletters digitales diarios
Acceso exclusivo a noticias, entrevistas y artículos
Acceso prioritario a eventos
Newsletters digitales diarios
Newsletters especiales y especializados
12 ediciones digitales de Mercado
12 ediciones digitales de Market Brief
Nuevas ediciones al instante en tu correo