La élite frecuentemente es reconocida por tener gustos extravagantes y, claro, nada adquirieran si en el mercado no estuviese disponible; es una hermosa relación de amor basada en una parte que crea necesidades y otra que acepta necesitarlo. Con la creación de productos innovadores para lograr protegerse ante el nuevo coronavirus, ABIBOO Studio diseñó un búnker, el cual ahora está en la mira de los multimillonarios.
Hace unos años atrás, contemplar la adquisición de un ‘búnker de lujo’ hubiese sido una idea descabellada, pero tras la llegada inesperada de una pandemia global a raíz de una enfermedad contagiosa desconocida, la infraestructura figura al tope de la lista para enfrentar lo que sea que venga por el camino.
Como medida de prevención, los multimillonarios optan por adquirir uno de estos refugios para proteger a su propia persona y a su familia de cualquier catástrofe que el destino arroje, ya sea una invasión de extraterrestres, apocalipsis zombie, que los robots decidan revelarse ante la humanidad u otra trama ciencia ficción.
El Búnker DBX, diseñado por ABIBOO Studio, es una vivienda bajo tierra capaz de soportar todo tipo de apocalipsis; está equipada con lujos inimaginables, los cuales garantizan una supervivencia cómoda y sin preocupaciones en nada menos que 1,200 metros cuadrados.
Ubicado en Carolina del Sur, la exclusiva infraestructura cuenta con una capacidad para albergar al menos diez personas, pues el español Alfredo Muñoz la diseñó pensando en una segunda residencia completamente autosuficiente y segura.
DBX tiene las comodidades necesarias: electricidad (se produce de forma autosuficiente debido a un grupo electrógeno conectado a una reserva de combustible y acumuladores de biomasa), sistema de calefacción, agua (procedente del subsuelo y purificada mediante un sistema de filtración y luz ultravioleta), método de limpieza de aire, piscina, gimnasio, biblioteca, sala de cine, baños en suite con duchas y saunas en cada una de las habitaciones, garaje para más de dos vehículos, tanques de reserva de gasolina y conectores para vehículos eléctricos.
ABIBOO señala que la vivienda está construida en una serie de módulos que rodean un jardín de cultivo hidropónico, que a su vez funciona como invernadero subterráneo: «el sistema requiere un menor uso de agua y espacio de cultivo comparado con las técnicas basadas en suelo», reduciendo así labores de mantenimiento.
Dentro de la distribución de unos exhorbitantes 1,200 metros cuadrados, se dedican 150 metros cúbicos a una bóveda para almacenar alimentos; también tiene varias cámaras frigoríficas y semillas de siembra que aseguran el abastecimiento en caso de algún desastre de alta escala.
Aunque hasta el momento se desconoce su precio, se estima que solo estará al alcance del 1% de la población y algunos multimillonarios parecen ya tenerlo en la mira para su pronta adquisición. (pfm)
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