¡Al infinito… y más allá!

Por revistamercado | junio 15, 2020

[vc_row][vc_column][vc_column_text]VISIONARIO SIN REPOSO, así se podría definir a Elon Musk, un hombre cuyo espíritu emprendedor nunca se apaga. Soñó con montar una empresa que construyera vehículos espaciales y lo logró con SpaceX. Y este mes es el gran protagonista de la historia de la exploración espacial por parte de habitantes del planeta Tierra: su módulo Crew Dragon, está parqueado en la Estación Espacial Internacional (EEI), adonde transportó a los astronautas Doug Hurley y Bob Behnken, los primeros estadounidenses en despegar de Cabo Cañaveral, en once años.

Esta misión, la denominada oficialmente Demo 2, es la primera que hace EE. UU. en un medio de transporte de una empresa privada. De hecho, la NASA contrató a SpaceX por US$3,100 millones.

Los estadounidenses tenían que viajar a la EEI a bordo de las naves rusas Soyuz, porque EE. UU. se quedó sin medio de tranporte espacial, tras el fin de la era de los transbordadores, para los cuales no había reemplazo hasta ahora.

Musk creó a SpaceX en el año 2002. Tras 18 años de duro trabajo, la llevó a la cima de la industria aerosespacial, donde de hecho él mismo ya está, rodeado de un aura que combina la genialidad, la locura, el emprendimiento, la persistencia, la competitividad y el espíritu visionario.[/vc_column_text][vc_single_image image=»42395″ img_size=»full» alignment=»center»][vc_column_text]Tras un aplazamineto de tres días por mal tiempo, la misión despegó el sábado 30 de mayo desde el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral (Florida). El cohete impulsado es el Falcon 9, que consta de dos etapas. La primera se encendió durante 2.5 minutos antes de apagarse y separarse, para regresar a su base. Al hacer esto, él cedió el turno del trabajo a la segunda etapa, que se activó poner al módulo Crew Dragon en órbita, tras lo cual se separa y arde en la atmósfera.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=»42396″ img_size=»full»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Después, la cápsula se desprendió e hizo el resto del viaje con sus motores. Este viaje marca un gran cambio: la NASA ya no necesita fabricar sus vehículos. Es más práctico y menos costoso pagar el “taxi” que proporciona Elon Musk.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]