Sam Altman parece no conformarse con haber revolucionado el mundo. Ahora, entra de lleno en un sector arriesgado, inestable, que atraviesa su particular invierno. El cerebro de ChatGPT lanza Worldcoin, su criptomoneda, aunque en realidad, la divisa es la herramienta para un desafió mayor. Lo hace con un objetivo ambicioso: llegar a 2 mil millones de personas registradas.
La cifra, que equivale a alrededor del 25 % de la población mundial, la puso sobre la mesa el propio Altman en su cuenta de Twitter. Impulsado por el éxito inicial de su proyecto, posteó: «Más de dos millones de personas se han apuntado durante la fase beta. ¡Esperamos que ese número alcance los 2 mil millones!».
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more than 2 million people signed up during the beta. hopeful for that number to get to 2 billion now!
— Sam Altman (@sama) July 24, 2023
Pese a que Worldcoin ha visto la luz este lunes, Altman lleva trabajando en el proyecto más de tres años. Su objetivo es crear «una red global y financiera basada en pruebas de personalidad», algo que considera «especialmente importante en la era de la inteligencia artificial«.
¿Cómo se traduce esto? Se trata de un innovador sistema que combina el reconocimiento y las monedas virtuales. En concreto, los interesados pueden registrarse escaneando su iris, a cambio de lo cual recibirán tokens gratis. La idea es garantizar que los usuarios sean sólo personas reales.
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El proceso es algo complejo. Los usuarios solicitan un orb, un dispositivo redondo creado por la empresa Tools for Humanity y que sirve como prueba de humanidad. Esa verificación otorga al usuario un World ID, una especie de pasaporte digital con toda su información personal que le sirve para realizar todo tipo de gestiones en aplicaciones o sitios web.
Introducing @worldappsupport, the official support channel for World App. pic.twitter.com/UYv6k1qe6p
— Tools For Humanity (@tfh_technology) July 4, 2023
De nuevo, lo que buscan Altman y los creadores es que el World ID garantice que su propietario es humano, y no un bot.
La protección de esos datos es el principal caballo de batalla de la iniciativa. Para muchos genera dudas, aunque la empresa insiste en que la preservación de la privacidad digital es uno de sus ejes. Para ello, la utilización de cadenas de bloques, o blockchain, es el método elegido.
La forma más efectiva para incentivar a que las personas se acerquen a esos dispositivos y realizan toda la gestión necesaria para obtener ese World ID es regalar tokens de forma semanal.
La respuesta de los inversores al proyecto de Altman ha sido de euforia. Según datos de Reuters publicados por CNBC, la divisa nació con un valor de US$0.15 y alcanzó, en sólo unas horas, los US$5.29 en la plataforma de criptomonedas Binance.
Sam Altman no está solo en este rompedor proyecto. Su mano derecha y cofundador de Worldcoin es Alex Blania. Graduado en Ingeniería Eléctrica por la Universidad de Erlanger-Nurenberg (Alemania), es el CEO y creador de Tools for Humanity, la empresa que da el soporte tecnológico a la inciativa.
El papel de Blania en los tres años de desarrollo del proyecto ha sido fundamental. Su compañía es la encargada de la generación del sistema biométrico que capta las pruebas de humanidad y proteger los datos de los usuarios.
Blania es, al igual que el CEO de OpenAI, un apasionado de la investigación. «Si pudiera parar el tiempo y simplemente hacer lo que más me gusta, me pondría a investigar«, afirmó en un podcast de Swisspreneur.
Su ADN inconformista e innovador y el de Altman se unen en un poryecto que aspira a revolucionar el mundo digital y nuestra relación con la inteligencia artificial. Worldcoin ya está en marcha.
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