Mientras el número de infectados a nivel mundial ya superó los 500.000, empresas e instituciones anuncian avances sobre el desarrollo de una vacuna: ¿significa esto que se acerca el fin de pandemia?
Varias compañías farmacéuticas internacionales han anunciado en las últimas semanas avances en el desarrollo de sus respectivas vacunas contra el nuevo coronavirus. Sin embargo, debido a varios factores, sería prematuro afirmar que se acerca el fin de la pandemia del COVID-19.
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Una nueva vacuna debe pasar por varias etapas de desarrollo y luego, antes de salir al mercado, por un paulatino proceso de aprobación. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), el desarrollo de una vacuna tiene cinco etapas generales:
De acuerdo con una lista de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el pasado fin de semana, al menos 41 instituciones y empresas están trabajando en busca de la vacuna contra el coronavirus.
Además de China — donde se originó la epidemia— en el desarrollo de la vacuna están trabajando Estados Unidos, Israel, España, Rusia entre otros. En el Reino Unido más de 20.000 voluntarios se mostraron interesados en participar en unos experimentos del grupo de investigación clínica hVIVO en Londres para ayudar a desarrollar una vacuna.
La mayoría de las empresas aún están en la etapa preclínica. No obstante, algunas instituciones ya han pasado a la primera fase de ensayos clínicos.
El pasado 16 de marzo, el Kaiser Permanente Washington Health Research Institute (EE.UU.) anunció el inicio de la primera fase de un ensayo clínico en personas.
Un grupo de voluntarios de entre 18 y 55 años recibieron varias dosis de la vacuna experimental mRNA-1273 para que los especialistas puedan evaluar la cantidad correcta que se debería suministrar en el futuro.
Las personas que forman parte de esta primera fase están siendo evaluadas constantemente para detectar posibles efectos secundarios, al mismo tiempo que se les están realizando análisis de sangre para determinar si la vacuna está acelerando su sistema inmunológico.
Se trata de una vacuna recombinante que proviene no a partir de un virus vivo, sino de proteínas que tienen los llamados ‘epítopos’, o sitios de unión al virus, explicaron desde la FMBA. Un epítopo es la parte de la macromolécula del antígeno que reconoce el sistema inmunitario (por los anticuerpos linfocitos B y T).
Anteriormente, una agencia rusa había anunciado la creación de tres prototipos de vacuna y que ya habían comenzado las investigaciones de inmunogenicidad en ratas de laboratorio.
De acuerdo con la jefa de la FMBA, Veronika Skvortsova, todas las etapas de pruebas y desarrollo de la vacuna finalizarán en junio y aproximadamente dentro de 11 meses estará lista.
Por su parte, la representante de la OMS en Rusia, Melita Vujnovic, también afirmó este jueves que la vacuna contra el coronavirus no aparecerá antes de un año.
La Organización Mundial de la Salud explica que «se entiende por vacuna cualquier preparación destinada a generar inmunidad contra una enfermedad estimulando la producción de anticuerpos«.
Esta puede ser una suspensión de microorganismos muertos o atenuados o de productos o derivados de microorganismos que se administran a una persona para prevenir la infección, no para curarla.
Por ejemplo, si actualmente estuviera lista la vacuna contra el coronavirus, esta no sería administrada a los pacientes con COVID-19, sino a las personas sanas para prevenir que se contagien.
Para curar a los pacientes no se usan vacunas, sino tratamientos con varios tipos de fármacos. Los investigadores también están trabajando en ello.
Por ejemplo, los especialistas del hospital universitario Méditerranée Infection de Marsella (Francia) anunciaron los resultados exitosos de las primeras pruebas clínicas de un remedio contra el COVID-19. Se trata de una combinación de dos medicamentos existentes: la antimalárica hidroxicloroquina (un fármaco contra la malaria) y el antibiótico de amplio espectro azitromicina.
Los efectos de este mismo cóctel de medicamentos se están estudiando en el marco de los ensayos clínicos en Nueva York, según anunció el presidente estadounidense Donald Trump, quien aseguró a principios de esta semana que dicha combinación podría ser una buena forma para luchar contra el coronavirus.
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