Enviado en 2006, el primer tuit de la historia, fue vendido en una subasta digital por $ 2,9 millones de dólares estadounidenses; la sorprendente cifra será donada a la lucha contra la pobreza en África.
La publicación fue hecha por el cofundador y actual consejero delegado de la red social, Jack Dorsey, apenas cuando la aplicación sólo era una herramienta de comunicación interna entre empleados de la empresa de pódcasts Odeo.
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El comprador fue Sina Estavi, CEO de la firma tecnológica Bridge Oracle, especializada en inyectar datos externos a sistemas de blockchain, que superó a la siguiente oferta más alta, de 2 millones de dólares, por casi un millón de margen.
A inicios de 2006 Dorsey tuiteó «just setting up my twttr«; 15 años más tarde, el mensaje se subastó mediante el sistema Nonfungible token (NFT) un certificado que se encarga de verificar la autenticidad y propiedad de un archivo digital a través de blockchain, permitiendo distinguir entre un token original y sus copias.
just setting up my twttr
— jack (@jack) March 21, 2006
Salió a la subasta el pasado 15 de diciembre mediante la plataforma Valuables by Cent. Previo a la puja, Dorsey se comprometió a convertir los fondos recaudados en bitcoin con el fin de donarlos a la ONG Give Directly, la cual combate pobreza extrema en el África subsahariana.
La compra de un tuit se compara con un autógrafo o souvenir, pues Valuable afirma tener cualquier contenido digital podría significar una inversión financiera y contar de gran valor sentimental, así como la firma en una tarjeta de béisbol.
NFT’s
El pasado 11 de marzo, la casa de subastas Christie’s vendió la primera obra de arte íntegramente digital -un archivo JPG también con sistema NFT- por un récord inédito de casi US$ 70 millones.
«Everydays: The First 5000 Days», un collage de creaciones digitales diarias del artista Beeple desde sus comienzos, batió todos los récords y situó a su creador, hasta hace poco solo conocido en foros de criptoarte y entre los aficionados de la contracultura de internet, entre los artistas vivos más cotizados, a la altura de figuras como David Hockney y Jeff Koons.
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