Un algoritmo decidirá los estrenos de cine - Revista Mercado
Amadita

Un algoritmo decidirá los estrenos de cine

Por pferreras | julio 23, 2020

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La inteligencia artificial tiene otra misión para la nueva normalidad, organizar con precisión cuándo cada una de las superproducciones detenidas por la pandemia saldrá a la calle, para evitar que la taquilla caiga por efectos de la oferta y demanda.

Carlos Arturo Guisarre

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A la industria cinematográfica se le han acumulado los estrenos durante la pandemia. Todas las películas han tenido que posponerse a 2021. De acuerdo con Variety, el sector afronta este año unas pérdidas de hasta US$35,000 millones, solo en Estados Unidos. El cine vive uno de los períodos más convulsos de su historia.

Para navegar entre la incertidumbre, la algorítmica lleva un tiempo decidiendo las fechas de estreno óptimas. Será aún más relevante si el coronavirus evoluciona favorablemente porque los títulos se acumularán semana tras semana. Desde 2015, Gower Street hace negocio con su software Forecast, un híbrido entre la inteligencia artificial y la experiencia fílmica humana que, asegura la compañía, utilizan tres de las grandes productoras de Hollywood, entre otras empresas, aunque por cuestión de privacidad no puedan decir cuáles son.

“Es una herramienta de simulación que permite a los estudios tomar decisiones, como saber qué días son los mejores para conseguir la mayor recaudación. En 10 segundos simulamos los escenarios. Hace menos de una década tardabas hasta tres días”, explica Dimitrios Mitsinikos, fundador y CEO de Gower Street.

El servicio que ofrece no se queda en el día y hora del lanzamiento. Las producciones también se nutren de la venta de palomitas, el merchandising y de las necesidades de personal en los cines. Forecast es capaz de plantear escenarios a todas estas variables.

Como toda solución de analítica, cada vez requiere más y más información si pretende que el algoritmo mejore. Aparte de alimentarlo con metadatos aportados por Comscore Movies, entre los que se incluyen el reparto, el director, el formato, el género, el metraje y la sinopsis, las conclusiones de un equipo humano que estudia trailers, ve películas o analiza el comportamiento de los espectadores son indispensables. Pasar por alto la meteorología, el día de los enamorados o un evento deportivo de masas varía la taquilla en millones de dólares.

Un ejemplo reciente puede ser el estreno de Los Miserables. La inteligencia artificial concluyó que enero era el mes ideal para obtener una buena recaudación, pero la compañía pensaba que mejor en diciembre pese a que coincidiría con El hobbit: la batalla de los Cinco Ejércitos. En algunos países se estrenó cuando quería el estudio y en otros al mes siguiente. “Simulamos tiempo atrás las opciones y los datos eran claros. Lo que sucedió es que en enero fue un éxito. Demostramos a la industria la importancia de esta tecnología”, precisa la empresa.

Los rigores de la emergencia sanitaria han beneficiado a Gower Street, pero, al mismo tiempo, les ha empujado a innovar en el software. Tener en cuenta un brote, una segunda ola o la evolución de la nueva realidad son características ya incluidas en el algoritmo. Y todo esto es más sencillo con superproducciones porque con producciones pequeñas y de autor la información brilla por su ausencia. El software realiza proyecciones más vagas, aunque las productoras siempre pueden introducir sus propios datos.

La inteligencia artificial es un factor más en el proceso de toma de decisiones. La industria ha encontrado en la algorítmica una ayuda importante. No es algo nuevo: Nestor Film Company decidió trasladarse en 1911 de Nueva Jersey a Los Ángeles por un informe que sugería que una mejor climatología y más días de sol mejorarían los beneficios de la productora. Surgía así lo que hoy se conoce como Hollywood o star system.

El covid ha situado al sector ante el abismo, aunque no está todo perdido. Una de las épocas de mayor afluencia de espectadores a las salas fue 1946, el año siguiente a la conclusión de la Segunda Guerra Mundial. El séptimo arte lucha por no detenerse, como han demostrado las plataformas de streaming durante el confinamiento. La digitalización ha facilitado que algunos estrenos se conviertan en éxitos, pero no siempre es la solución a los males de una actividad a la que le cuesta hacer dinero cada vez más.

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