LA INFORMACIÓN CONTINÚA mutando y por suerte los creadores comienzan a reconocer el valor de lo que hacen y cómo esto beneficia a las grandes compañías. Es por esto, que Australia figura como el primer país en proponer una ley de propiedad intelectual que obligue a Google a pagar regalías con los medios noticiosos, a lo que respondió que no y amenazó con cerrar sus operaciones en el país.
Sin embargo, el primer ministro australiano, Scott Morrison, dijo que los legisladores no cederían ante las amenazas y presionarán a otras empresas como Facebook y demás compañías de contenidos.
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Aunque Google ha presentado una negativa bastante contundente, Australia comienza a convertirse en un ejemplo mundial al representar un ensayo de lo que los gobiernos pueden hacer para regular a las principales empresas de tecnología.
De hecho esta ley tendría consecuencias graves para las empresas de tecnología, ya que esta ley los obligaría a establecer un acuerdo con el editor para poner un precio por la información, recurriendo a un mediador en caso de que no se consiga un acuerdo entre las partes.
Mientras tanto Melanie Silva, la directora gerente de Google Australia le respondió al Senado del país que la ley es «impracticable». «Si esta versión del código se convirtiera en ley, no tendríamos otra opción que hacer que el buscador de Google deje de estar disponible en Australia», advirtió Silva.
Por su parte, en la misma audiencia el senador Rex Patrick, acusó a Google de «chantaje», ya que califica este cambio como inevitable y con altas posibilidades de que el mundo entero lo adopte. «¿Van a retirarse de todos los mercados? ¿O se trata de evitar un precedente?», preguntó el senador Rex Patrick.
Hasta el momento Google es el motor de búsqueda más utilizado hasta el momento en Australia, con un 90% de aceptación con una competencia inexistente. En consecuencia, el Gobierno viendo que las plataformas tecnológicas obtienen clientes directamente de las personas que quieren leer noticias, motivo de sobra para pagar a las salas de redacción una cantidad «justa» por su periodismo.
También se considera que este apoyo es esencial para los medios impresos australianos que han experimentado una disminución en sus ventas de publicidad del 75% en el 2015. Y al reacción de Google frente a la propuesta es bastante grave, teniendo en cuenta que las búsquedas por noticias del país son de apenas un 12,5%.
Silvia dijo que si la empresa se ve obligada a pagar por búsqueda de noticias, esto sería un precedente insostenible para nuestros negocios y para la economía digital. Esto no sería compatible con el flujo libre de información en línea o «cómo funciona internet», argumentó la ejecutiva.
Una de las medidas tomadas por Google es la de bloquear las noticias para el 1% de los Australianos, para medir el interés real de la población y comprobar su valor. El año pasado, Facebook también amenazó con impedir que los usuarios australianos compartieran noticias en la plataforma si la ley seguía adelante.
«De cada 100 dólares australianos (US$77) gastados en publicidad digital, A$81 van a Google y Facebook. Y la pandemia de covid-19 solo ha empeorado la situación», explica la reportera de negocios de la BBC Katie Silver.
Algunos han debatido si podrían arreglárselas utilizando otros motores de búsqueda. Otros se preguntan si la eliminación de Google también eliminaría los servicios de Gmail, Google Maps y Google Home, algo que la compañía no ha dejado claro.
Y en medio de la controversia, el jueves Google acordó pagar a los editores de noticias franceses por fragmentos de noticias que se muestran en los resultados de búsqueda, después de que los medios de comunicación de la nación argumentaron reclamos de leyes de derechos de autor.