En la era digital en la que vivimos, la línea que separa el trabajo y la vida personal se ha vuelto cada vez más difusa. La tecnología ha facilitado la comunicación y la accesibilidad, permitiendo a los empleados estar conectados con el trabajo en cualquier momento y lugar. Sin embargo, esta disponibilidad constante puede tener un costo: la dificultad de desconectar digitalmente del trabajo.
La cultura laboral moderna ha creado una expectativa de disponibilidad constante. Los empleados se sienten presionados para estar disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana, para responder a correos electrónicos, mensajes y llamadas. Esto puede llevar a una sensación de ansiedad y estrés, ya que los empleados se sienten obligados a estar siempre «en línea» y listos para responder a cualquier requerimiento laboral.
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La tecnología ha invadido el espacio personal de los empleados, haciendo que sea difícil desconectar del trabajo. Los dispositivos móviles y las redes sociales han creado una cultura de «siempre conectado», donde los empleados se sienten obligados a estar al tanto de los asuntos laborales en todo momento. Esto puede llevar a una sensación de agotamiento y burnout, ya que los empleados no tienen tiempo para relajarse y desconectar del estrés laboral.
Según el último informe de InfoJobs, dos de cada tres empleados no logran desconectar completamente del trabajo al finalizar su jornada laboral.
De estos empleados, uno de cada tres atribuye su incapacidad para desconectar a tareas pendientes que ocupan parte de su pensamiento. Un 16 % afirma estar pendiente por si surge algo que tiene que solucionar, aunque si no es inmediato lo gestiona al día siguiente. Solo un 7 % declara estar siempre pendiente del trabajo, incluso cuando no hay nada urgente que atender.
La digitalización del ámbito laboral nos obliga a considerar la desconexión digital como algo esencial para el bienestar integral de los trabajadores. Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs
En un entorno profesional con buenas prácticas de descanso y desconexión, se incrementa la motivación, el rendimiento y la satisfacción laboral de los empleados.
La desconexión digital parece ser un lujo inalcanzable para la mayoría de los mandos intermedios, con un 64 % que no desconecta del todo, y para tres de cada cuatro directivos (74%), atrapados en una dinámica de atención constante a las demandas laborales. Por otro lado, los empleados y/o especialistas parecen tener más éxito en desconectar, con un 49 % que afirma no estar pendiente del trabajo en su tiempo libre.
En cuanto a la desconexión digital durante las vacaciones de verano, el 59 % de los trabajadores declara no llevarla a cabo durante su periodo de descanso. El estudio también revela que los hombres desconectan menos que las mujeres durante el periodo vacacional, con uno de cada cuatro que responde llamadas, mensajes o correos siempre que sea necesario, mientras que este porcentaje se reduce hasta el 19 % en el caso de las mujeres.
En lo que respecta a los motivos que indican los trabajadores para responder correos y llamadas fuera del horario o en periodo vacacional, el sentimiento de obligación se vuelve a posicionar en primer lugar para la no desconexión.
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