Si alguien quiere saber hacia dónde camina el mundo, debe escuchar a Jensen Huang. El CEO de Nvidia es una de las mentes que, con más claridad, supo anticipar la cuarta revolución industrial, impulsando a su empresa hasta convertirla en una de las cuatro más valoradas del planeta.
A 26 de febrero de 2024, Nvidia tiene un valor de mercado de US$1.97 billones. Hace menos de año y medio, estaba valorada en US$364.18 mil millones, pero el 30 de noviembre de 2022 nació ChatGPT y el mundo cambió por completo.
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De la mano del despegue de la inteligencia artificial, Nvidia creció un 236 % en 2023; en lo que va de 2024, su valor se ha disparado un 61 %. El motor de esta increíble evolución es su visión para capitalizar las innovaciones, consolidándose como principal suministrador mundial de chips y GPU.
Por ello, saber qué piensa Jensen Huang sobre el futuro es un pequeño gran tesoro.
Para profundizar en su figura: Jensen Huang, el emprendedor convertido en ‘supplier’ de la cuarta revolución industrial
Durante la Cumbre Mundial de Gobiernos, celebrada en Emiratos Árabes Unidos, Huang participó en un debate con el ministro de Inteligencia Artificial del país, Omar Sultan Al Olama. En él, el líder de Nvidia dejó una reflexión relevante: confesó qué carrera elegiría hoy si estuviese ante su primer año universitario.
La inteligencia artificial jugaría un papel decisivo en su decisión, pero no en el sentido que muchos podrían pensar. La IA sería clave para descartar campos como, curiosamente (o no), la computación.
«En la última década, casi todos los oradores han enfatizado que los niños deben aprendan informática, aprender a programar», señaló, en palabras recogidas por Xataka. «Pero la situación actual es la contraria: nuestro trabajo es crear tecnología para que nadie necesite programar».
La inteligencia artificial permite que «todo el mundo» pueda convertirse en programador. «Hemos cerrado la brecha tecnológica». Por ello, si Huang tuviese hoy 18 años, no empezaría a construir su futuro profesional desde la programación o computación.
Entonces, ¿hacia dónde se encaminaría? «Pondría atención en que, uno de los campos más complejos de la ciencia, es la comprensión de la biología».
Huang no habla de la biología tal y como se plantea en los planes de estudios tradicionales. Como no podía ser de otra manera, lo combina con el componente tecnológico para construir una ingeniería biológica.
«Hablamos de ‘descubrimiento de fármacos’, como si fueras deambulando y dijeras: “Mira lo que me he encontrado”; sin embargo, no hablamos de descubrimiento del automóvil o de software», reflexionó. «A eso lo llamamos ingeniería».
A partir de esa diferencia de enfoques, Huang considera que los avances en software o chips van más rápido que los de la «ciencia de la vida». Por ello, en caso de tener que elegir su primer paso universitario, «observaría que la tecnología que convierte las ciencias biológicas en ‘ingeniería biológica’ ya está aquí, y que la biología digital será un área de la ingeniería, no sólo de la ciencia».
«Espero que esto sea el principio de toda una generación que disfrute trabajando con proteínas, productos químicos, enzimas y materiales», pronosticó el CEO de Nvidia.
Borja Santamaría, con información de Xataka
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