Todas las cosas que compras (esa nueva mesa de comedor, la bolsa de arroz o los pantalones que se dirigen a su casa en este momento) pueden experimentar el futuro totalmente eléctrico del transporte global, incluso antes de que manejes tu propio carro eléctrico.
Decenas de billones de toneladas de mercancías se mueven a través de los puertos cada año, de barco a puerto y más allá en enormes camiones. El 40 % de las importaciones en contenedores del mundo se mueven sólo a través de puertos, entre terminal y terminal, eslabones vitales en una cadena de comercio global que conecta las fábricas de todo el mundo con las puertas de las grandes naciones industrializadas.
Sin embargo, una nueva regla aprobada por el regulador de California en abril de 2023 exige cambios importantes en esa cadena de suministro. Para 2035, todos los vehículos de acarreo de California (grandes camiones que mueven mercancías entre puertos, patios ferroviarios y centros de distribución) deben ser de cero emisiones.
Más si cabe: a partir del próximo año, cualquier empresa de transporte por carretera o naviera que adquiera un camión nuevo está obligada a comprar un modelo eléctrico, alimentado por baterías o pilas de combustible de hidrógeno.
Los mandatos en los puertos de California son sólo un anticipo de lo que debe suceder en Estados Unidos y en todo el mundo, dicen los defensores del medioambiente, si los legisladores quieren lidiar seriamente con las amenazas del cambio climático.
California planea prohibir la venta de automóviles a gasolina a los consumidores para 2035. Y cambiar de diésel a camiones de acarreo eléctricos también debería ayudar a limpiar el aire sucio que rodea los puertos y estaciones de ferrocarril del estado. Buenas noticias para la mayoría de las comunidades que trabajan y viven en esas áreas y, como resultado, sufren tasas más altas de cáncer, enfermedades cardíacas y asma.
Para 2050, estima el gobierno de California, las regulaciones podrían ayudar a evitar unas 5,500 muertes relacionadas con el corazón y los pulmones.
La nueva regla promete acelerar una incipiente industria de camiones pesados eléctricos, impulsando a las empresas que fabrican camiones, baterías y estaciones de carga. Trece estados se han comprometido a igualar o considerar igualar las políticas de camiones limpios de California.
Por contra, algunos en la primera línea del mandato de electrificación, incluidos los propietarios de pequeñas empresas que transportan casi un tercio de los productos en contenedores de California, dicen que las regulaciones se han movido demasiado rápido. «Es todo el asunto de la carreta por delante de los burros», dice Matt Schrap, director ejecutivo de Harbor Trucking Association, que represe ta a las empresas de la industria de carga que trabajan en los puertos de la costa oeste.
Incluso con generosos fondos públicos y créditos fiscales para los propietarios, que pueden reducir a la mitad el precio de los costosos camiones a batería o de hidrógeno, los propietarios estiman que los vehículos son un esfuerzo financiero. Hay pocos lugares para cargarlos o recargarlos.
“No soy un apasionado de los camiones diésel», dice David Gurrola Jr., propietario y operador que transporta principalmente chatarra y papel reciclado entre el Puerto de Long Beach y San Diego (California). «No estoy casado con la idea de un motor de combustión interna. Sólo necesito una oportunidad para que la tecnología se ponga al día con las necesidades de las personas”.
Solo existían 87 camiones de acarreo de cero emisiones en California en la primera mitad de 2022, según los datos recopilados por el estado, y son costosos. Gurrola posee un camión con motor diésel, un FreightLiner Cascadia 2012. Es bueno pensar en un camión eléctrico, y Gurrola dice que recientemente disfrutó de probar uno en un evento de camiones. Pero poseer uno se siente lejano. “En este momento, ese gasto del camión no se calcula”, dice.
Adaptarse a las nuevas reglas de California podría requerir cambios importantes para Gurrola y otros, incluido el cambio de ruta para limitar la conducción en carretera con uso intensivo de batería, encontrar espacio para instalar estaciones de carga y arrendar camiones en lugar de poseerlos. A algunos pequeños operadores de camiones de California les preocupa verse obligados a cerrar o mudarse fuera del estado.
La Junta de Recursos del Aire de California eligió a la industria de la logística para estar a la vanguardia de su transición obligatoria a los vehículos eléctricos porque es una fruta madura, en términos ambientales. Muchos de los más de 25 camiones pesados de cero emisiones disponibles para comprar en los EE.UU. todavía tienen alcances limitados, menos de 200 millas por carga.
Pero los 33,000 camiones de acarreo del estado realizan viajes mucho más cortos que otros transportistas de carga, y aproximadamente el 80 % de los camiones que visitan los puertos marítimos de California reportan distancias de viaje de menos de 60 millas, según el estado. La mayoría regresa a los depósitos al final de cada turno, lo que les brinda la oportunidad de recargar electricidad.
Algunas empresas afectadas por las nuevas reglas dicen que están soportando bien. Rudy Díaz lo admite fácilmente: tuvo mucha suerte. Su compañía naviera, Hight Logistics, ya tenía una década en 2021 cuando comenzó a hablar con Forum Mobility, una empresa de camiones como servicio que construye infraestructura de carga eléctrica y alquila vehículos de cero emisiones a empresas de envío, logística y camiones.
Cuando los representantes de la empresa abrieron la caja de interruptores adjunta a su almacén, Díaz recuerda haber escuchado la exclamación: “Vaya, esto es oro”.
Díaz tenía en su terreno alquilado una conexión lo suficientemente potente como para alimentar tres estaciones de carga, lo que significaba que no tenía que esperar meses o años para que la empresa local de servicios públicos agregara nueva capacidad. Su arrendador se sintió cómodo con la instalación de las estaciones y también acordó extender el contrato de arrendamiento por 10 años, asegurando a Díaz que no era arriesgado invertir en mejoras.
Desde que se unió a Forum, Díaz ha revolucionado la forma en que Hight hace negocios. Solía trabajar con conductores independientes, que en su mayoría conducían sus propios camiones diésel. Ahora, 35 empleados (más algunos contratistas restantes) conducen cinco camiones de cero emisiones alquilados y mantenidos por Forum.
La startup también maneja el mantenimiento de vehículos, un mundo nuevo e intimidante para los propietarios acostumbrados a los motores diésel. Díaz cree que son necesario programas de incentivos estatales y federales, que reduzcan los precios de etiqueta de los camiones y las centrales eléctricas que los cargan. “Eso, para mí, es lo más desafiante como propietario de un negocio”, afirma.
Muchos transportistas y empresas de camiones no son como Hight Logistics y no tienen instalaciones que se actualicen fácilmente con estaciones de carga. En este momento, California tiene sólo un puñado de estaciones de carga públicas dedicadas a camiones medianos y pesados.
Las startups y California tienen mucho trabajo por delante. La comisión estatal de energía estimó que necesitará 157,000 cargadores más dedicados a camiones medianos y pesados para 2030, un objetivo que requeriría construir más de 450 por semana. “El estado necesita instalar una cantidad bíblica de infraestructura”, dice Adam Browning, vicepresidente ejecutivo de políticas de Forum. “Necesitamos un Proyecto Manhattan de carga”.
California ha destinado US$1,700 millones para la infraestructura de carga de camiones medianos y pesados entre 2022 y 2026, y los dueños de negocios pueden aprovechar los incentivos estatales y federales para compensar el precio de los camiones y la infraestructura de carga.
Pero los expertos de la industria camionera dicen que los desafíos logísticos, como los largos tiempos de espera para extender la energía a las nuevas estaciones de carga y la escasez de componen- tes del cargador, plantean grandes desafíos.
El presidente y director ejecutivo de Daimler Truck, John O’Leary, advirtió que la industria podría no estar preparada para los desafíos de electrificación que se avecinan. «No podemos operar bajo la ilusión de que la tecnología de cero emisiones para esta industria está lista para suplantar por completo al diésel hoy mismo, o que estará lista para hacerlo el próximo año, o incluso dentro de cinco años”, dijo.
Matt Schrap, el líder de la Harbor Trucking Association, dice que sus miembros no están en contra de la electrificación, pero que el camino por delante parece lleno de baches. “No estamos diciendo que no podamos llegar allí”, asegura. Las nuevas reglas de California probablemente terminarán de una manera: “Una demanda judicial”.
Reportaje publicado en la edición mayo-junio de la revista especializada Technology
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