Ya hay robots autónomos moviéndose por el campus de Google

Por [email protected] | mayo 25, 2022

Ver a un tubo blanco espigado limpiando una mesa o una ventana resulta llamativo. Pero que esa misma máquina —compuesta de una base rodante, un brazo articulado y el equivalente a una cabecita robótica para parecer amigable— también recoja la basura o abra una puerta es un prodigio técnico. Y es lo que está consiguiendo Alphabet (la matriz de Google) con su proyecto Everyday Robots.

Existen un centenar de estos prototipos, que se dan un aire al simpático robot de Pixar Wall-e, operando en el campus de Google en Mountain View (California). Se mueven de forma autónoma y realizan diferentes tareas de mantenimiento en los edificios. El proyecto parte de X Development, la rama de Alphabet que reúne un revoltijo de iniciativas de investigación punteras. Hasta hace poco Everyday Robots no había salido de su entorno de laboratorio, así que esta es una prueba de fuego.

El experimento no termina aquí. Ahora los robots de Google limpian, por ejemplo, las mesas del campus. Pero el objetivo es mucho más ambicioso. La misión de Everyday Robots, señalan desde X Development, es desarrollar «un robot de propósito general que pueda operar autónomamente en entornos no estructurados».

Robots que puedan «gestionar la incertidumbre»

En palabras llanas, «quieren que se empleen para muchas aplicaciones distintas», indica Pablo Varona, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid especializado en Lenguajes y Sistemas Informáticos. «Serían robots que se tienen que mover y que tienen que interactuar con su entorno. Y el entorno no está definido a priori. Es una tecnología que avanza con la intención de gestionar la incertidumbre».

En robótica resulta sencillo construir una máquina que siempre se tenga que mover en el mismo entorno. Todos los parámetros serán conocidos y todas las circunstancias se pueden prever. «Los entornos donde típicamente se han usado robots autónomos son simples y están controlados», señala Fran Bellas, profesor de la Universidad de A Coruña especializado en robótica. «No aparecen elementos desconocidos, la información sensorial es estable y poco ruidosa. El robot opera de manera autónoma, pero en un entorno poco realista».

Cuando tienen una masa y un volumen grande…, «cuidado»

Para operar en entornos no estructurados, donde haya obstáculos imprevistos o personas, las máquinas de Everyday Robots están pertrechadas de un arsenal de sensores. Cuentan con varias cámaras para identificar los elementos circundantes mediante reconocimiento de objetos. Un LIDAR («laser imaging detection and ranging»), similar al que montan los coches autónomos de Waymo (otra filial de Alphabetl), les permite conocer la distancia de los objetos y sus formas. Esto se une a una gran capacidad de procesamiento de la información y al refinamiento de la parte motora.

“Una parte muy importante es el control del movimiento», apunta Varona. «Y lo que esta empresa parece que está haciendo son robots que se mueven en un entorno de forma segura y con precisión«. El profesor añade que este es un aspecto delicado: «sobre todo cuando los robots ya tienen un tamaño mayor que, por ejemplo, una aspiradora. Cuando tienen una masa y un volumen hay que tener mucho cuidado para que estos robots interaccionen de forma segura, que no rompan cosas y también que no haya accidentes con personas».

Una aspiradora Roomba arrastrándose por una casa limpiando el polvo no tiene peligro. Pero ante el envejecimiento de la población, desde la ingeniería robótica se impulsan máquinas más sofisticadas como asistentes en el hogar. Estas son de otro calado. «Las aspiradoras ya son inteligentes, pero hay otras tareas más complejas que las pueden realizar robots». (Revista Mercado)

Puedes leer: Elon Musk quiere implantar chips en humanos este mismo año

Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.