A inicios de este mes de enero, tanto Google, de Alphabet Inc., y Microsoft Corp. donaron cada uno un millón de dólares para la ceremonia de investidura del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, prevista para el 20 de este mes.
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Estas contribuciones se suman a las de otras grandes empresas tecnológicas como Meta, Amazon y Apple, cuyos líderes han mostrado interés en colaborar con la nueva administración.
De parte de Google, Karan Bhatia, jefe global de asuntos gubernamentales y políticas públicas de Google, confirmó la donación y anunció que la empresa apoyará el evento mediante una transmisión en vivo a través de YouTube y un enlace directo en su página principal.
Microsoft, por su parte, ha mantenido una tradición de contribuciones políticas, habiendo donado USD$500,000 dólares tanto en la investidura de Trump en 2017 como en la de Joe Biden en 2021.
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Estas acciones reflejan un cambio en la relación entre las grandes empresas tecnológicas y Trump, quien en su primer mandato mantuvo tensiones con este sector.
Cuando Trump finalizó su primer mandato presidencial en el año 2020, las relaciones de él y las ‘big tech’ terminaron muy mal. Tanto así que el ex mandatario creó su propia red social llamada «Truthsocial».
Y es que tras los eventos del 6 de enero de 2021, y debido a preocupaciones sobre incitación a la violencia, Trump fue suspendido permanentemente de Twitter y Facebook. Estas plataformas eran fundamentales para su comunicación directa con sus seguidores y para marcar agenda política. La suspensión lo dejó sin un medio clave para expresarse públicamente, motivándolo a buscar una alternativa.
Según expertos del sector, debido a que la administración Biden-Harris había adoptado una postura más estricta respecto a las prácticas monopolísticas, ha llevado a las ‘big tech’ a buscar una colaboración más estrecha con la nueva administración.
Además, figuras destacadas como Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, han mostrado un apoyo significativo a Trump, con donaciones sustanciales y participación activa en su campaña.
Este acercamiento de las empresas tecnológicas al presidente electo podría influir en futuras políticas regulatorias y comerciales, anticipando un entorno más favorable para su crecimiento e innovación.
Durante su candidatura política Donald Trump ha expresado su apoyo al sector tecnológico y lo poco a favor que está con todas las regulaciones impuestas por el gobierno de Joe Biden.
Google, el gigante tecnológico, enfrenta serias acusaciones de monopolio relacionadas con su navegador web, Chrome, en Estados Unidos. Las autoridades han iniciado una investigación alegando que la compañía utiliza prácticas anticompetitivas para consolidar su dominio en el mercado.
El caso señala que Google ha integrado de forma obligatoria Chrome en dispositivos con sistema operativo Android, dificultando que otros navegadores compitan en igualdad de condiciones.
Según las autoridades, estas tácticas limitan las opciones de los usuarios y perjudican a competidores como Mozilla Firefox y Microsoft Edge. Chrome, con más del 60% de cuota de mercado global, se ha convertido en el líder indiscutible entre los navegadores web.
Las autoridades creen que este liderazgo no se debe únicamente a la calidad del producto, sino también a la estrategia de exclusión de Google.
Google ha rechazado las acusaciones, argumentando que sus prácticas son legales y benefician a los consumidores. Según la empresa, los usuarios eligen Chrome porque es rápido, seguro y eficiente. Además, destacan que los dispositivos Android permiten la instalación de cualquier navegador de terceros.
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El presidente electo Donald Trump ha establecido un nuevo récord al recaudar más de 170 millones de dólares para su próxima investidura, superando significativamente los montos de ceremonias anteriores.
Esta cifra es más del doble de los casi 62 millones de dólares recaudados por el presidente Joe Biden hace cuatro años. Además, se espera que el comité de investidura de Trump supere los 200 millones de dólares al finalizar la campaña de recaudación.
Entre los principales donantes se encuentran ejecutivos de empresas tecnológicas y grandes corporaciones que buscan fortalecer sus relaciones con la nueva administración. Por ejemplo, Amazon y Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram, han anunciado donaciones de 1 millón de dólares cada una.
Además, Sam Altman, director general de OpenAI, ha indicado su intención de realizar una contribución personal de 1 millón de dólares.
Los fondos recaudados se destinarán a cubrir los gastos de los eventos relacionados con la investidura, como la ceremonia de juramentación, desfiles y bailes inaugurales.