El anillo inteligente de Samsung, el Galaxy Ring, ha causado un gran impacto en el mercado tecnológico este año. Este dispositivo ha alcanzado una popularidad tal que ha generado una escasez en varios mercados globales. Sin embargo, este éxito también ha puesto de manifiesto algunos problemas importantes relacionados con la tecnología desechable.
El Galaxy Ring, aunque atractivo para los consumidores, es esencialmente un dispositivo desechable. Su batería de litio no reemplazable significa que, una vez agotada, el anillo se convierte en un objeto inútil. Según un estudio de TechSpot, la vida útil de esta batería es de aproximadamente 400 ciclos, lo que se traduce en una duración de alrededor de dos años.
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Actualmente, el Galaxy Ring tiene un precio de aproximadamente USD$442. Aunque este costo puede no parecer elevado, la corta vida útil del dispositivo lo convierte en una inversión a corto plazo. Los expertos advierten sobre la compra de tecnología desechable debido a su impacto ambiental y su limitada durabilidad. A pesar de que el anillo utiliza un conector de presión para unir la batería a la placa de circuito, esta unidad de carga no es reemplazable.
La elección de un conector de presión en lugar de soldar la batería parece estar orientada a facilitar y acelerar el proceso de ensamblaje. Al abrir el dispositivo, tanto los talleres como los usuarios encontrarán este conector que une la batería y la bobina inductiva a la placa de circuito. La capacidad de la batería varía según el tamaño del anillo, siendo la más grande de 19.5 mAh para el tamaño 11.
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