En un mundo cada vez más digitalizado, la amenaza de eventos cibernéticos catastróficos está en constante crecimiento, exponiendo a sociedades y economías a riesgos significativos que superan la capacidad de los mecanismos tradicionales de seguros y gestión de riesgos.
Bajo ese contexto, un reciente informe elaborado por Marsh McLennan, empresa líder en las áreas de riesgo, estrategia y personas y Zurich Insurance Group, una destacada aseguradora global de múltiples líneas, subraya la necesidad urgente de una mayor participación del sector público para reforzar la resiliencia ante estos desafíos.
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El informe, titulado «Cerrando la Brecha de Protección contra Riesgos Cibernéticos», destaca la necesidad de adoptar soluciones innovadoras para mitigar las crecientes amenazas digitales. Las pequeñas y medianas empresas, que a menudo no cuentan con las medidas de seguridad adecuadas, son especialmente vulnerables. Además, los eventos cibernéticos, como los ataques masivos de malware o las interrupciones de servicios en la nube, presentan desafíos significativos para el sector asegurador, que solo puede cubrir estos riesgos hasta un cierto nivel de pérdidas financieras. Otros eventos, como el fallo de infraestructuras críticas, se consideran generalmente inasegurables.
Los líderes del sector, como Vivian Acra, CEO de Marsh McLennan en República Dominicana, subrayan la importancia de la acción conjunta entre el sector público y la industria aseguradora para enfrentar estas amenazas. Según Acra, es crucial comprender la gama completa de riesgos cibernéticos asegurables y no asegurables y promover una colaboración más estrecha para desarrollar soluciones innovadoras, educar a los compradores de seguros y fortalecer el mercado de seguros cibernéticos.
La amenaza por riesgos cibernéticos necesita de una acción en conjunto para garantizar la protección de las organizaciones.
En esta línea, Mario Greco, CEO de Zurich Insurance Group, enfatiza que los ciberataques representan un riesgo significativo para la estabilidad social y económica. Aunque los aseguradores pueden ofrecer cierto grado de protección, los eventos cibernéticos a gran escala conllevan riesgos de acumulación que no pueden ser asumidos únicamente por el sector privado. Por tanto, es esencial mejorar la resiliencia cibernética a través de asociaciones público-privadas que permitan diseñar estrategias comprehensivas para salvaguardar el futuro digital.
Mejorar la resiliencia cibernética es vital para abordar esta brecha de protección. Lograr esto requiere sólidas asociaciones público-privadas para desarrollar estrategias integrales que aseguren nuestro futuro digital».
El caso de República Dominicana ilustra la urgencia de fortalecer las estrategias de ciberseguridad. En 2023, el sector financiero y otras industrias enfrentaron incidentes de ciberseguridad que expusieron la falta de preparación de muchas organizaciones. César Rodríguez, vicepresidente Senior en Marsh McLennan, resalta que muchas empresas en el país no aplican estrategias efectivas de transferencia de riesgo, principalmente debido al desconocimiento de estas herramientas.
«Está claro que ningún sector está exento de ataques cibernéticos y pocas empresas en República Dominicana aplican estrategias de transferencia de riesgo de manera efectiva, principalmente debido al desconocimiento de la existencia de estas medidas»
Por su parte, Holly Medforth, líder de la Práctica de Cyber para Marsh Specialty en Latinoamérica y El Caribe, señala que la adopción de seguros cibernéticos en la región sigue siendo extremadamente baja, lo que subraya la importancia de fomentar colaboraciones que destaquen el valor de la transferencia de riesgos como una herramienta clave de protección financiera.
«Los ciberataques representan un riesgo significativo tanto para la estabilidad social como económica.
El informe propone establecer un marco común para fortalecer la ciberseguridad de las organizaciones, centrado en el intercambio de datos, la innovación y una colaboración más estrecha entre la industria aseguradora y el sector público. Este marco debería incluir incentivos sólidos como alternativa a una regulación más estricta, métodos para medir los riesgos cibernéticos cuantificables, y estrategias para gestionar los riesgos no cuantificables mediante asociaciones público-privadas.
Estas medidas no solo ayudarían a proteger la economía en general, sino también a crear capacidad para que el mercado de seguros apoye a la sociedad frente a riesgos de acumulación financiera significativos. La creación de este marco es esencial para hacer frente a amenazas cada vez más interconectadas, que van desde ataques de ransomware hasta interrupciones globales de tecnología de la información.
En ese contexto, la creciente complejidad y frecuencia de los ciberataques exigen un enfoque proactivo y colaborativo para fortalecer la resiliencia cibernética. La cooperación entre el sector público y el privado es fundamental para cerrar la brecha de protección existente, diseñar estrategias innovadoras, y proteger tanto a las sociedades como a las economías de los riesgos cibernéticos. Solo a través de una acción concertada será posible garantizar un futuro digital más seguro y robusto.
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