El protagonismo de los robots

Por revistamercado | marzo 31, 2021

Una startup de biotecnología llamada Koniku está tratando de desarrollar robots que puedan detectar infecciones de covid-19 más rápido que las pruebas convencionales.

La tecnología fusiona neuronas con un chip de silicio para crear un «cyborg olfativo» capaz de detectar olores que van desde explosivos hasta patógenos.

El primer ensayo clínico de Koniku comenzó a finales de 2020 y examina muestras de pacientes que realizaron la prueba de covid-19 para comparar qué tan bien el robot olfativo detecta el virus en comparación con los métodos tradicionales. Pequeños ensayos internos ya han demostrado que puede detectar con precisión la presencia de influenza A.

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«Nuestro objetivo es tener un dispositivo que combine la biología sintética con el silicio y mapee todos los olores de la vida humana a escala global», sostuvo Oshiorenoya Agabi, director ejecutivo y cofundador de la compañía con sede en San Rafael, California. «Deberíamos tener un dispositivo en cada hogar de Estados Unidos para detectar enfermedades».

Los patógenos producen compuestos orgánicos volátiles únicos, un tipo de huella dactilar, que son liberados por células enfermas. Estos olores característicos son las mismas pistas biológicas que permiten a los perros olfatear docenas de enfermedades. Finlandia puso a prueba la capacidad de los perros para detectar el covid-19 en un ensayo en el aeropuerto de Helsinki el mes pasado.

Uso de perros

Algunos investigadores han sugerido que usar perros podría ser más barato, más rápido e incluso potencialmente más efectivo en la detección de la enfermedad que los métodos que incluyen controles de temperatura, hisopos nasales y saliva. En julio, investigadores alemanes mostraron que los perros entrenados eran capaces de distinguir entre muestras de saliva de personas infectadas en más del 90% de los casos.

El dispositivo de Koniku, el Konikore, es un poco más pequeño que un frisbee y parece un platillo volador. Cuando las proteínas de su chip se unen a un aroma que está programado para la detección, las células amplifican y procesan esas señales con la ayuda del aprendizaje automático y el dispositivo se enciende.

Koniku ha contratado a Treximo, una empresa de consultoría y gestión de proyectos de biotecnología, para realizar sus pruebas de covid-19. Los ensayos de nuevos dispositivos suelen ser mucho más rápidos y menos intensivos que los de nuevos medicamentos.

Treximo indicó que espera cerrar todos los pasos necesarios para solicitar una autorización de uso de emergencia con la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos en el primer trimestre de 2021.

Los avances en la tecnología de automatización ponen en peligro una parte significativa de los empleos en industrias que representan casi una cuarta parte de la fuerza laboral mundial.

Trabajadores de acero

En un informe, los economistas Ziad Daoud y Scott Johnson expusieron que hasta 800 millones de personas tienen una alta exposición al riesgo de que su empleo se vuelva obsoleto. El Consejo de Cooperación del Golfo, la República Checa, Eslovaquia y Japón son los países o zonas geográficas más vulnerables a los trastornos por la automatización, escribieron.

Esto se debe a que esos países tienen una gran parte de su fuerza laboral en el tipo de funciones simples y repetitivas que pueden ser reemplazadas más fácilmente por máquinas o ya dependen de mano de obra barata para la ejecución de las tareas. Ejemplos incluyen el apoyo administrativo en Japón u operaciones de fábrica en países de Europa central.

Un mayor riesgo de automatización crea más desigualdad de ingresos, escribieron los economistas. Si bien anteriormente se pensaba que los robots amenazaban principalmente los trabajos de baja cualificación, ahora se anticipa que reemplazarán los roles que se pueden dividir en simples pasos mecánicos. Estos a menudo corresponden al segmento medio de la distribución del ingreso, lo que resulta en un efecto de polarización.

Sin embargo, no todas son malas noticias. Algunos de los países más expuestos también tienen poblaciones que envejecen rápidamente, lo que significa que la tecnología podría ayudar a contrarrestar los obstáculos demográficos en sus economías, plantearon Daoud y Johnson.

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