La regla de las 10,000 horas es una teoría que surgió de la mente de Malcolm Gladwell, y que puso negro sobre blanco en su libro Outliers. The story of success, en el que se explica qué factores influyeron en algunas personas exitosas para alcanzar su éxito. ¿Y qué factores influyeron?
En el libro se explican muchos factores que influyen, como la familia, la educación o la cultura.
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Pero lo cierto es que el grueso del libro se centra en la regla de las 10,000 horas; es el número mágico de la grandeza y clave para dominar una habilidad mediante la práctica. Su libro relata cómo algunas de las figuras más representativas de la historia, entre los que se encuentran Bill Gates y The Beatles, trabajaron mucho antes de convertirse en expertos en sus campos.
Esta regla viene a decir que, si uno quiere alcanzar la excelencia en un área, es fundamental que le dedique 10,000 horas. Esto implica 10 horas por semana a lo largo de 20 años, 20 horas por semana a lo largo de 10 años, o 40 horas por semana a lo largo de 5 años.
En el libro, Gladwell pone de manifiesto el ejemplo de Mozart, al que se le considera un gran genio; lo cierto es que sus grandes sinfonías son posteriores a los 21 años, momento en el que ya había acumulado las 10,000 horas de trabajo (empezó a componer a los 7 años). Del mismo modo, podemos poner el ejemplo de Paco de Lucía, cuyas principales obras son posteriores a los 25 años, habiendo empezado a tocar la guitarra a los 9 años. O sea, el trabajo constante y la experiencia son fundamentales.
Para demostrar su teoría, Gladwell citó una investigación de 1993 que halló que aumentar el número de horas mientras se estaba estudiando violín hacía que el estudiante se convirtiera en un violinista experto. Anders Ericsson, el psicólogo detrás de la investigación, se transformó en una especie de celebridad en su campo después del gran éxito de Malcolm, y la idea relacionada de «práctica consciente», o de entrenar las habilidades durante un largo período de tiempo, hizo que este pensamiento se viralizara en LinkedIn.
En general, se puede afirmar que, dependiendo de la cantidad de horas dedicadas a una determinada área de conocimiento, podemos llegar a saber lo siguiente: Con 1 hora: una hora puede ser suficiente para saber lo básico, pero lo básico rara vez sirve para algo. Se necesita un mayor grado de aprendizaje. Con diez horas, se tiene una noción más amplia de los conocimientos básicos.
A partir de ahí, se puede aprender más y mejor, porque se entiende lo básico. Con 100 horas se llega a obtener un nivel medio. Podrás encontrar trabajo de aquello que estás aprendiendo, pero no destacarás. Con 1000 horas ya eres un profesional con todas las letras. Puedes llegar a ser el trabajador de mayor rango en tu empresa, por ejemplo. Sin embargo, todavía no eres un genio en tu área.
A partir de esta cota, uno puede considerarse un maestro en su profesión. Es aquí donde muchas personas deciden crear sus propias empresas, innovar o acometer algo nuevo con su conocimiento. A mucha gente le gusta creer que con esfuerzo y determinación cualquiera puede convertirse en un experto de cualquier cosa; es muy ‘american dream‘».
Sin embargo, es una simplificación excesiva. Por supuesto que, casi indudablemente, se mejorará con la práctica, pero esto no le convierte necesariamente a uno en un experto.
Lamentablemente, aunque la teoría es bonita y motivadora, resulta «incierta». Según se deduce de un metaanálisis de más de 88 estudios científicos a este respecto, la práctica intensiva solo explica el 12 % del rendimiento en una tarea concreta. Este estudio muestra que, en muchas ocasiones, es más importante el intelecto, la edad o el talento innato que las horas que se dediquen a practicar. Es decir, por mucho que uno practique 10,000 horas al fútbol, no llegará a ser Leonel Messi.
Hay que entender que las 10,000 horas son necesarias, pero no suficientes. Si se entiende esto, se entiende todo. ¿Se puede llegar a ser Messi tan solo con dedicar 10,000 horas al fútbol? No, porque se necesitan ciertas características adicionales. ¿Se puede llegar a ser Messi sin dedicar las 10.000 horas al fútbol? No, porque la práctica es imprescindible.
Conócete a ti mismo y triunfarás. Así que la clave aquí es encontrar aquello para lo que uno tiene aptitud, y, posteriormente, dedicarle 10.000. Así es como se logra la excelencia. Si se quiere triunfar en un ámbito, habrá que trabajar. Sine qua non.
Este artículo fue publicado en nuestra edición marzo 2022 de revista Mercado.
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