Descubre porqué relacionan el azúcar con que un niño sea hiperactivo
Hyatt

Influye el azúcar en que un niño sea hiperactivo: ¿mito o verdad?

Por | junio 14, 2023

La explicación más común que ofrecen muchos padres cuando perciben una alteración en la conducta de sus hijos (que están muy activos, no se cansan de jugar por tiempos prolongados…) es que han consumido azúcar, ya sea por la ingesta de una porción de pastel, bebidas gaseosas, chocolates, alimentos con edulcorantes, entre otros. Con esto aseguran que los altos niveles de azúcar hacen que los niños sean hiperactivos.

Para entrar en contexto, es necesario definir la hiperactividad que se refiere a un estado en el que la persona presenta movimientos constantes, acciones impulsivas, falta de atención, problemas de concentración y habla de más. Normalmente, los niños tienden a no quedarse tranquilos y eso ocasiona que sus progenitores se desesperen por esos comportamientos y piensen que estos son hiperactivos.

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La percepción de que el azúcar afecta a la conducta se ha generalizado bastante, debido a que se manejan varias hipótesis que buscan explicar cómo los infantes pueden tener patrones anormales de niveles de glucosa en la sangre y esto degenerar en un accionar inadecuado de manera constante en lugares y momentos determinados.

Una idea semejante la sustenta Diana Schnee, dietista pediátrica registrada en Cleveland Clinic Children’s en Ohio, quien afirma tener constancia de primera mano de lo que provocan los subidones de azúcar.

Igualmente, alega que: “hay muchas cosas que pueden explicar la hiperactividad de los niños y los cambios en las emociones, uno de ellos es que son niños, y eso es algo muy típico”.

El consumo excesivo de azúcar acarrea severos problemas de salud, tales como: la obesidad, las enfermedades cardíacas, el colesterol alto, la presión arterial alta, la diabetes tipo 2, la enfermedad del hígado graso y las caries dentales, según la Academia Estadounidense de Pediatría.

¿Una relación estrecha o distante?

Desde hace décadas, se ha vuelto una costumbre escuchar frases como: “el niño no se tranquiliza porque le das muchos dulces”, “debes evitar darle chocolate de noche” o “no bebas tantos refrescos porque no podrás dormir”. De acuerdo con evidencias científicas, estas expresiones no tienen criterio porque la ingesta de azúcar no se relaciona con que un niño sea hiperactivo.

La noción de que el exceso de consumo de azúcar se vincula a patrones irregulares de conducta tuvo su génesis en la década de 1970, por el libro más vendido del alergólogo pediátrico, Ben Feingold, “Why Your Child Is Hyperactive” (Por qué su hijo es hiperactivo). En la obra, Feingold aseguró con poca evidencia que los aditivos alimentarios, incluido el azúcar, se relacionan con el comportamiento excitable en los niños.

No obstante, este argumento perdió validez por el desarrollo de dos exhaustivas investigaciones de 16 estudios que se realizaron en los años 1994 y 1995. En una de ellas, se les proporcionaba a los niños sacarosa o un endulzante artificial, como aspartamo, y luego les daban seguimiento sin que ni ellos ni los padres supieran que había ingerido azúcar real o no. Mientras que, el otro se centraba en niños diagnosticados con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) u otra condición para ver si el azúcar los afectaba particularmente.

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Estos estudios cubrían las edades desde dos hasta 30 años, y estaban bien estructurados, aunque eran pequeños todos, menos uno de los 16 estudios que tenía menos de 50 participantes y otro de ellos solo cinco.

Sin embargo, los resultados del metaanálisis fueron bastante claros: no se pudo demostrar que el azúcar afecta ni directa e indirectamente la conducta o el desempeño cognitivo de un niño o adulto.

Según el presidente del Comité de Nutrición de la Academia Estadounidense de Pediatría, Mark Corkins, no existe una asociación alguna, al establecer que: “cuando observamos los momentos en que los niños tienen un alto consumo de azúcar, por lo general se asocia con cuándo van a estar hiperactivos, incluso si no les dio nada de azúcar”.

En búsqueda de rastros de hiperactividad por el azúcar

En la actualidad, no se ha podido constatar que la cantidad de azúcar que se consume en las fiestas (cumpleaños, aniversarios, bodas, bautizos…) vuelve más hiperactivos a los niños. Por tal motivo, muchos investigadores continúan en su incesante búsqueda del vínculo existente entre el alto consumo de azúcar durante un período largo y el TDAH.

Recientemente, se ha evidenciado de que en Reino Unido y Estados Unidos se ha incrementado en los últimos dos siglos la ingesta de azúcar, al igual que, ha aumentado el diagnóstico de TDAH. Empero, eso sólo es una correlación y los autores del estudio hacen ahínco en que se necesita más investigación para que se pueda comprobar un vínculo causal.