Las amígdalas están formadas por dos ganglios linfáticos ubicados en la garganta y forman parte del sistema linfático, el cual se encarga de detectar bacterias, fungicocos, microorganismos víricos y patógenos amenazantes en el cuerpo humano, logrando prevenir infecciones y enfermedades.
El crecimiento de las amígdalas produce infecciones en la garganta como anginas y amigdalitis, que son bolas blancas que producen sialorrea, dolor al tragar, incomodidad al hablar o masticar e incluso puede aparecer fiebre en algunos casos. Cuando una persona está presentando este tipo de síntomas, lo más recomendable es que acuda a su médico, para que le indique el tratamiento adecuado.
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En el caso de los tonsilolitos o cálculos amigdalinos es menos grave, pero a su vez de cuidado, porque pueden llegar a producir amigdalitis, estos suelen aparecer de manera desagradable y pueden causar halitosis y mal aliento, tal como lo describe el website, Clínica Infinity Dental.
Las características de los cálculos amigdalinos por lo general son calcificaciones, bolitas o piedrecitas pequeñas, de color amarillento claro o blanquecino, con un desagradable olor, que se van formando en las amígdalas por la acumulación de patógenos y restos de comida o cúmulo de alimentos que se quedan atrapados en los orificios profundos de la garganta, la parte donde el cepillo dental no puede llagar.
Según la fuente citada, los tonsilolitos suelen causar incomodidad o ciertas molestias al momento de deglutir o tragar, sensación de material chocante en la garganta. A pesar de que los cálculos amigdalinos se pueden presentar en todas las personas de modo general, estas bolitas amarillentas y malolientes, son más frecuentes en personas propensas a padecer de amigdalitis y anginas.
En ocasiones estas bolitas amarillas suelen salir de la boca de manera inoportuna, provocando momentos desagradables y vergonzosos; sin embargo, no son un problema grave, más bien son una cuestión de falta de higiene que se puede controlar.
La principal causa por la cual se producen los tonsilolitos es la falta de higiene, lo que produce una mayor cantidad de bacterias en la boca que con el saliveo y los alimentos se van acumulando en la garganta generando estas piedrecitas.
La nicotina también puede ser causante de formaciones de tonsilolitos a causa del cigarrillo y el tabaco.
Las personas que padecen de xerostomía, disminución de leucocitos, secreción de mucosidad y problemas para producir saliva también son propensos a padecer cálculos amigdalinos y en estos casos lo ideal es consultar un especialista en la materia.
Para controlar y evitar que estos se produzcan, lo ideal es tener una buena higiene bucal con un cepillado tres veces al día, la ingesta de agua abundante y el uso de enjuagues bucales, preferiblemente sin alcohol.
Si sueles cepillarte de manera frecuente y notas que tienes tonsilolitos, es importante que en tu higienización bucal, también incluyas el cepillado en la lengua y encías, utilices hilo dental y termines con suaves gárgaras de enjuague bucal.
El té de limón, mentas refrescantes y el consumo de agua abundante pueden ayudar a mantener tu boca higienizada y de esta manera, también, prevenirlos.
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