Puede resultar tedioso despertar treinta o 45 minutos antes de lo usual para ejercitarse, pero el inicio de nuestros días define nuestro estado de ánimo durante las próximas 24 horas. Energizar el cuerpo con una serie de entrenamientos (aunque sean ligeros) cambia grandemente nuestra mente y cuerpo, por ello añadir una caminata intensa o correr a una nueva rutina mañanera figuraría como esa chispa imprescindible.
Correr es una disciplina capaz de aportar bienestar a la persona que la practica, veinte minutos al día son suficientes para sentir el aire distinto. «El Runfulness ha transformado mi vida radicalmente. Paso a paso, kilómetro a kilómetro, ha ido despertando mi espíritu y han ido abriéndose mis ojos, descubriendo un mundo nuevo de sensaciones«, explica Pilar Amián.
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En un estudio se determinó que tras este ejercicio, la confianza de los participantes subió un 14%, la energía un 9,7% y la relajación un 13,3%.
Esta nueva forma de correr pretende combinar la actividad física con el mindfulness, un método que invita a accionar de forma consciente al ser, usualmente analizando de manera imparcial sus emociones para luego tomar una decisión sobre ello, al igual que también descargarlas en medio de ‘lo que se hace’.
«El Runfulness comunica y enseña una filosofía de vida, no sólo un modo de disfrutar corriendo. Es una actitud no una aptitud», lo explica Amián, creadora del método.
No se trata de solamente correr, sino hacerlo al ritmo de las emociones y, a través de sus cinco pilares: