Para quien esté estudiando opciones de inversión en el mercado de valores de Estados Unidos, para 2024, la primera recomendación de Alberto Bernal es tomar una posición muy importante en bonos del Tesoro y mantener, no ampliar, su portafolio de acciones.
Bernal se desarrolla como Global Strategist Chief en XP Investments, un banco de inversión de Miami. Es el invitado internacional del foro Market Brief Summit 2023, «Nuevos Tiempos en el Mercado de Valores», este martes en Santo Domingo.
Accede a las historias más relevantes de negocios, bienestar y tecnología. Entérate de nuestros rankings y eventos exclusivos. Suscríbete y recibe en tu correo el mejor contenido de Mercado.
El mercado de valores de Estados Unidos, reflejado en Standard and Poors 500, es un mercado que, bajo los lineamientos con los cuales los analistas valoramos las inversiones, está bastante caro. Entonces, cuando me preguntan los inversionistas si deben comprar más acciones en Estados Unidos, yo les digo que mantengan lo que tienen, pero no compren más, porque está muy caro.
Los modelos que uso para hacer esa valoración me dicen que está bastante caro, por lo menos unos 800 puntos por encima de lo que debería estar. ¿Qué va a pasar en el 2024? En este momento estamos en 4,300 y creo que al final de 2024 el mercado de valores va a estar muy cercano al nivel actual. No va a caer porque el 2024 será un año en el que las tasas de interés van a caer: no van a subir más.
Y van a caer porque la inflación global va a bajar el próximo año y eso le va a dar capacidad a la Reserva Federal y el Banco Central Europeo de disminuir sus tasas de interés y va a ayudar a que los bonos de deuda de Estados Unidos, Italia, Alemania, España o Portugal ganen valor y bajen tasas de interés. Entonces, eso les va a ayudar a los mercados, a pesar de que están caros, a mantener su valor.
Pero la inversión es en renta fija. Si yo compro hoy un papel de deuda por decir algo un Colombia 2033 en dólares, y si tengo razón en que la Reserva Federal disminuye las tasas de interés el próximo año y si el gobierno de ese país no hace ninguna cosa agresiva en contra de la economía, y lo mantengo hasta el final del 2024, voy a tener un retorno de más o menos 24 por ciento en dólares. Y ese es un muy buen retorno. Entonces, yo creo que el trade no es equity, sino renta fija.
Los latinoamericanos están muchísimo más baratos que el de Estados Unidos. Si alguien me pregunta que si me da 100 dólares donde los invertiría, entonces le diría que una parte muy importante en renta fija en deuda pública en Estados Unidos, en Alemania, en España o en deuda corporativa de alta calidad, como las brasileñas Petrobras o Vale. En fin, inversiones interesantes que generen buen retorno y vayan a incrementarse en valor.
Eso sería una parte importante del portafolio. Lo que pondría en equities lo haría primero en bolsas de valores como las de Brasil, México o Chile y el resto del dinero en bolsas de valores de China y en Europa, porque está 40 % más barato que Estados Unidos.
En la mañana, lo primero que hago es prender el Bloomberg y revisar los siguientes indicadores: dónde está el valor del dólar contra el euro, dónde está la tasa de interés a 10 años de Estados Unidos, dónde está el valor del yuan chino, dónde está el valor del índice de los bancos regionales de Estados Unidos y, obviamente, el precio del petróleo por el conflicto Israel-Hamás.
Cuanto más suba la tasa de interés del bono de 10 años de Estados Unidos, más difícil va a ser la capacidad de los bancos regionales, que son banco chiquitos en Estados Unidos, para mantener sus depósitos, porque si tienes una cuenta en un banco regional y esa cuenta de ahorros te está rindiendo 3 %, pero tienes la capacidad de abrir una cuenta con un banco grande que te paga 4 % o 5 %, quizá decidas retirar el dinero del banco regional y enviarla al más grande.
Entonces, mientras más suban esas tasas de interés, mayor es el riesgo de que salga el dinero de los bancos regionales y vaya a los grandes.
Y si eso llega a pasar, podríamos volver a algo como lo que vimos en marzo de este año, cuando se quebró Silicon Valley. Eso implicaría que se deterioraran muchísimo los índices de riesgo financiero y obligaría a la banca de Estados Unidos a restringir el crédito, y cuando se restringe el crédito, pues obviamente hay menos crecimiento.
Ese es un paso necesario. Tenemos que tener en cuenta y entender una cosa: nuestras bolsas de valores son muy pequeñas y cuando las bolsas son muy pequeñas, tienen muy poca liquidez. Y cuando tienen poca liquidez, los inversionistas comienzan a tomar la decisión de abandonar esas bolsas.
Entonces es mejor evitar ese riesgo, consolidando las bolsas, porque básicamente, si uno mira cada una de esas tres bolsas por separado, es como ir a una tienda de pueblo donde hay solamente una cantidad específica de productos, pero si las ponemos juntas forman un supermercado y va más gente a comprar porque hay más oferta.
Es muy importante tener claro que en las bolsas de valores la escala es muy importante, y no entender eso es un error garrafal desde el punto de vista de la supervivencia de los mercados regionales.
Creo que la Reserva Federal ya dejó de subir sus tasas de interés. No van a subir en noviembre y no van a subir en diciembre, aunque el mercado todavía ve una probabilidad del 30 % de que la Reserva Federal suba en diciembre o enero. Yo creo que eso no va a pasar, porque los datos de inflación que va a venir en los próximos meses serán buenos y le van a dar tranquilidad a la Reserva Federal.
Creo que la economía de Estados Unidos se está desacelerando en este momento, como debe ser después de un incremento de 550 puntos básicos en la tasa de interés. La capacidad de compra ha disminuido y en ese escenario sólo puedo llegar a una conclusión: que va a haber menos crecimiento, porque está mucho más caro todo.
Viene una desaceleración importante de la economía de Estados Unidos en 2024, implicando que la Reserva Federal, al ver que la inflación siga bajando, va a tener la capacidad de acompañar esa bajada con un descenso de las tasas de interés.
Si el panorama para 2024 es de desaceleración de la economía de Estados Unidos, entonces Latinoamérica podría seguir el mismo camino.
Yo creo que 2024 va a ser un año con dos efectos contrarios en el mundo emergente, y Latinoamérica y Centroamérica específicamente. Uno, negativo, de disminución de la demanda agregada en Estados Unidos que obviamente va a generar menor crecimiento en nuestros países.
Pero dos, habrá una contraparte positiva: una disminución de las tasas de interés, que les va a permitir a los inversionistas tener costos más favorables para sus proyectos de inversión. Por lo tanto, menor crecimiento de la demanda agregada, pero crecimiento adicional en la inversión, por la disminución de las tasa de interés.
Además, el 2024 será el año en el cual vamos a ver una consolidación del crecimiento de China después de varios años de ajuste de su economía. Eso va a ayudar a Latinoamérica a través de mayores compras de recursos naturales.
Lo que uno tiene que hacer con el excedente de capital para 2024 es diversificar: esa es la base fundamental de la inversión y es un concepto extremadamente sencillo. Si tengo excedente de capital lo voy a invertir en bonos del Tesoro de Estados Unidos, en vez de en acciones de Apple, porque creo que me va a ir mejor. Y si tengo acciones de Apple, las mantengo pero no añadiría más a mi posición.
Si ya puse suficiente en bonos del Tesoro, entonces voy a considerar la opción de, por ejemplo, comprar más el ETF de la Bolsa de Brasil, más barato en términos relativos que Estados Unidos. Hay otro concepto extremadamente sencillo: cuando le preguntan al genio de la inversión, Warren Buffett, cuál es su secreto, responde que compra cuando todo el mundo vende y vende cuando todo el mundo compra.
Veo en República Dominicana un país que tiene una macroeconomía bastante estable y mucho más que la de la mayoría de países latinoamericanos. Hablando con personas que han invertido en propiedades en el país, me dicen que les ha ido muy bien. Hay como un consenso, desde el punto de vista de la política, de que hay que respetar las inversiones del capital y los derechos del capital. Todo está basado en eso.
Y si uno tiene un gobierno que respeta el capital y no trata de expropiarlo, todo marcha bien. La historia se daña cuando comienzan los líderes a hablar de expropiaciones. Esa discusión ya trascendió en el país y eso da mucha tranquilidad.
El pasado fue el peor año de la historia para los bonos. El 2022 fue el peor desde 1931 para un portafolio promedio de los que recomendamos los analistas, el famoso 60/40 de acciones y bonos.
Si 2022 fue tan malo, 2023 no va a ser un año negativo en retorno para los bonos, pero va a ser muy cercano a 0 y el 2024 va a ser un muy buen año para los bonos.
Ese tema sigue avanzando. Lo que pasa es que hay unos temas bastante importantes desde el punto de vista regulatorio. Por ejemplo, un país emite un bono verde y dice que es verde porque utilizará el 40 % del dinero para un parque solar, el inversionista que lo compra, ¿qué capacidad tiene para saber si se están cumpliendo los lineamientos o no?
Se consiguen hoy en día una cantidad de opciones muy interesantes en esos bonos de altísimo riesgo, en los cuales se mueven los famosos fondos de cobertura, los hedge funds, que son inversores profesionales extremadamente conocedores del mercado y que tienen unas estrategias de inversión muy específicas y una capacidad muy importante para resistir el riesgo.
Yo nunca le recomendaría a una persona que invirtiera un centavo de su patrimonio en inversiones de tan alto riesgo, porque eso sería una irresponsabilidad de mi parte. Hay cosas que uno no puede hacer. Sería como decir que yo podría meterme en una jaula a nadar con tiburones.
Entrevista publicada en la edición de noviembre de Market Brief
Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.