The good and bad: nueva crisis política en El Salvador

Opiniones mixtas tras las últimas decisiones del mandatario de El Salvador, Nayib Bukele, quien años atrás se ganó la estima de la opinión pública incluso a nivel internacional. Esta vez Kamala Harris, vicepresidenta de los Estados Unidos, las Naciones Unidas y la Unión Europea expresan su parecer con relación a las cuestionadas destituciones de magistrados.

El Salvador se ha adentrado en una crisis política desde que el oficialismo tomara las riendas del Parlamento para el periodo 2021-2024 y en su primera acción votó la destitución de los magistrados con los que el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, tuvo enfrentamientos durante el último año y los sustituyese por otros jueces.

La decisión se llevó a cabo bajo el alegato de supuestamente cometer «fraude a la Constitución» y de ejercer funciones propias del Ejecutivo en sus fallos sobre el manejo de la pandemia. Algunos lo tildan como un golpe de Estado y una violación a los derechos humanos, mientras otros como el respiro democrático que tanto anhelaba la nación.

Destituir funcionarios que impartieron justicia selectiva y extralimitaron, tergiversaron e ignoraron sus facultades a conveniencia, o peor, no cumplían con los requisitos para ser elegidos (fiscal), NO es un golpe de Estado y mucho menos un ataque a la institucionalidad. (1/3)

— Rodrigo Ayala (@rodrigoayalasv) May 2, 2021

António Guterres, secretario general de la ONU –Organización de las Naciones Unidas–, pide a través de su portavoz, respeto a la Constitución y a la separación de poderes: «El secretario general pide respeto a las provisiones constitucionales, al estado de derecho, a la división de poderes, con vistas a preservar el progreso democrático logrado por el pueblo salvadoreño desde la firma del acuerdo de paz».

Estados Unidos, la Unión Europea (UE), la Organización de Estados Americanos (OEA) rechazan la decisión tomada por la Asamblea Legislativa, la UE haciendo hincapié en la independencia del poder judicial. Por otro lado, Kamala Harris se pronunció al respecto, expresando preocupación por el poder y su importancia para un sistema judicial independiente y democrático.

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