El mundo se sorprende ante el regreso de la protesta popular a Cuba en más de 20 localidades del país. Es la mayor movilización ocurrida bajo el velo opresor del gobierno cubano en 27 años. La población isleña ha manifestado no soportar el inminente colapso del sistema hospitalario a raíz de la pandemia. Ni tampoco el alza de precios en los productos de primera necesidad. Se calcula que esta podría alcanzar hasta un 900% este año.
El estado insular afronta las consecuencias de un aislamiento internacional, acrecentado por la pandemia de la COVID-19. Al cierre de fronteras y la caída en un 94% del número de visitantes extranjeros, importantes agentes movilizadores de divisas, se suma la tardía reforma a su obsoleto sistema cambiario. Para el investigador Pavel Vidal, autoridad en el tema cubano y residente en Colombia, “la reforma monetaria fue abrupta y tardía”.
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En sendos videos de prensa internacional y grabaciones aficionadas se veía a multitudes de personas recorriendo las calles de la La Habana y otros centros poblados. Reclamaban cambios políticos al grito de la popular canción ‘Patria y Vida’, de artistas radicados en Miami. Es la primera vez desde 1994 que se realiza una protesta social multitudinaria, y el presidente cubano Miguel Díaz-Canel se ha mostrado dispuesto a sofocarla.
Las autoridades cubanas están convocando a las bases del partido comunista a que salgan a defender el proyecto de político y económico de la autocracia tropical. Intentan mostrar una imagen de cohesión interna. El heredero de la dinastía Castro se muestra como víctima del embargo financiero estadounidense, y de un complot internacional por haber autorizado el uso interno de su propia vacuna contra el nuevo coronavirus.
A pesar de que hasta el momento han resultado infructuosos los esfuerzos por afianzar la cooperación económica entre Cuba y República Dominicana, similitudes culturales unen a las dos mayores Antillas. Las exportaciones dominicanas a Cuba habían venido creciendo sostenidamente, desde que Barack Obama extendiste la mano a la burocracia habanera en 2014.
Aunque es aún una cifra incipiente, para 2017, se alcanzó a negociar un volumen inédito de cerca de 70 millones de dólares por concepto de alimentos y productos químicos. Se ha mencionado que las exportaciones de República Dominicana a Cuba aumentarían si esta última ejecutase muchos de sus proyectos aún esbozados. Se trataría de inversiones en materia de agricultura, energía renovable, turismo, salud y artes audiovisuales.
La difusión en tiempo real, vía internet, de las imágenes de la represión desplegada tras el regreso de la protesta popular a Cuba, ha desencadenado reacciones internacionales. Mayoritariamente se ha visto respaldo a la movilización civil. Mientras el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pide respeto “al derecho del pueblo cubano a determinar su propio futuro”, el gobierno ruso, tradicional aliado de La Habana, ha sugerido que existen “injerencias externas”.
Han pasado más de seis décadas desde el triunfo de la Revolución Cubana, proceso de cambio de régimen ocurrido en 1959. Su aparato de propaganda asegura haber puesto fin a una época de posguerra marcada por la desigualdad social. La literatura hablan no obstante también de un periodo boyante y colorido. El régimen resultante no tardó en cerrar los centros de producción privados, y en empujar a sus opositores al exilio.
Por Martín Obyrne
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