El presidente electo Joe Biden comenzará a marcar en concreto las políticas que llevará adelante cuando suceda a Donald Trump al anunciar hoy a parte del gabinete que lo acompañará en la gestión a partir del 20 de enero. La atención está centrada en dos puestos de Relaciones Exteriores y Economía. En las últimas horas trascendió que el próximo secretario de Estado será Antony Blinken, uno de sus asesores en política exterior y quien fue secretario de Estado adjunto en el Gobierno de Barack Obama entre 2015 y 2015.
El otro cargo clave para el cual también hay una fija es para la Secretaría del Tesoro, con el nombre de Lael Brainard, ahora gobernadora de la Reserva Federal del Tesoro, quien deberá guiar las políticas para la recuperación económica arrollada por la pandemia de coronavirus que provocó cifras récord de desempleo.
La promesa del demócrata es construir un gobierno «diverso» . «Es alguien que creo que será aceptado por todos los del Partido Demócrata… desde los más progresistas a las coaliciones moderadas», indicó Biden en una rueda de prensa.
Biden ya anticipó que uno de sus primeros actos como presidente será volver a unirse al Acuerdo de París sobre el clima para limitar el calentamiento global, que Estados Unidos abandonó oficialmente bajo el mando de Trump. Biden también ha dicho que restaurará la pertenencia de los Estados Unidos a la Organización Mundial de la Salud, que Trump repudió en medio de la pandemia del coronavirus, al describir a la Organización Mundial de la Salud como «lacayo de China».
El último paso en la política rupturista la dio Trump la semana pasada con el retiro del Tratado de Cielos Abiertos. El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, señaló que Estados Unidos estará mejor protegido una vez retirado del tratado. El senador demócrata Robert Menéndez, a su vez, se pronunció en contra de la decisión, calificándola de «imprudente» ya que Estados Unidos y sus aliados estarían «menos protegidos de Rusia».
Todo indica que Biden volverá al Tratado sobre monitoreo de despliegue de tropas cuando llegue al poder. «La decisión de retirarse del tratado es de carácter político para la administración saliente, que no quiere irse y al parecer, trata de conseguir el apoyo de los círculos más agresivos, incluido el Pentágono. Sin embargo, como vemos, el Senado ya opuso resistencia, especialmente los demócratas, que argumentan que la salida de Washington del tratado es una decisión profundamente errónea», dijo a Sputnik el politólogo Borís Mezhuev.