El plan de Sam Altman para reducir su dependencia de Nvidia

Por [email protected] | enero 22, 2024

Si hay una empresa que ha logrado capitalizar la revolución de la inteligencia artificial, es sin duda Nvidia. Sus semiconductores y productos se han hecho indispensables para hacer funcionar las herramientas de IA que están conquistando todos los sectores productivos. Empezando por ChatGPT, que el pasado mes de marzo ya había contratado 30,000 chips de la firma surcoreana.

La consolidada posición de Nvidia en su sector, y la inestable situación de la cadena de suministros, generan una situación de dependencia que Sam Altman y OpenAI quieren romper. El CEO ya se ha puesto manos a la obra. ¿Cuál es su plan?

Los dos actores clave de la estrategia de Sam Altman

Según informó el Financial Times y recogió Cinco Días, Altman ha abierto dos vías de negociaciones con el objetivo de ser autónomo en el suministro de chips semiconductores. Estos son los actores clave de sus movimientos más recientes:

Tahnoon bin Zayed al-Nahyan

Altman ha mantenido diversos contactos con posibles inversores del Golfo Pérsico. Entre ellos, destaca Tahnoon bin Zayed al-Nahyan, uno de los hombres más ricos del planeta (su fortuna personal se calcula en US$10,000 millones).

Hermano del presidente de los Emiratos Árabes Unidos, dirige diversos fondos de inversión estatales, entre los que destaca Abu Dhabi Investment Authority, con US$800,000 millones.

Entre la actividad de Tahnoon bin Zayed al-Nahyan destacan inversiones en SpaceX o la empresa G42, asociada a Microsoft y a OpenAI. Es decir, a Sam Altman.

El cerebro de ChatGPT mantiene contactos con el multimillonario, y otros potenciales inversores, para tratar de captar capital con el que arrancar su plan. Financial Times apunta a una cifra objetivo entre US$8,000 millones y US$10,000 millones. Con ese dinero, Altman quiere generar una estructura con la que desligarse de Nvidia, e incluso competir con ella.

Sam Altman en Davos. Esto dijo sobre el futuro de la IA

TSMC

La segunda pata de la estrategia de Altman es buscar alianzas dentro del propio sector de los semiconductores. La opción más clara es el gran rival de Nvidia, TSMC. La idea de Altman sería construir un joint venture con el fabricante taiwanés, valorado en US$529.3 mil millones (número 11 mundial en el ranking de Companies Market Cap).

De esta forma, impulsarían la creación de una red de fábricas para producir sus propios chips.

A corto plazo, permitiría a OpenAI y Microsoft seguir evolucionando ChatGPT y otras herramientas sin preocuparse en exceso del suministro de semiconductores. Durante la pandemia, la cadena de suministro de chips sufrió enormes problemas, afectando de lleno a los precios y la capacidad de avance de muchas empresas de diversos sectores. Ahora, la inestabilidad geopolítica sigue ensombreciendo el panorama, reforzando la posición de empresas como Nvidia.

Altman quiere romper ese tablero porque es consciente de que dominar el suministro de chips es dominar gran parte del futuro de la IA. Por ello, de fondo estaría la posibilidad de incluso amenazar el dominio de la compañía surcoreana, valorada en US$1.5 billones. Diversas informaciones señalan que su porción actual de mercado ronda el 80 %.

Por tanto, el movimiento de Altman podría generar un terremoto en un sector clave para el presente y el futuro de la denominada cuarta revolución industrial. Sectores como el de los carros eléctricos, en el que los chips son vitales, observan de cerca.

¿Conseguirá el CEO de OpenAI llevar a cabo su plan? ¿Cómo reaccionarán Jensen Huang y Nvidia?

Borja Santamaría

No usar reloj; el singular consejo profesional de Jensen Huang, CEO de Nvidia

Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.