El pasado mes de mayo, con el sistema financiero estadounidense tambaleándose, Jamie Dimon volvió a vestirse de rescatador. El CEO de JP Morgan Chase compró First Republic Bank, arrastrada por la quiebra de Silicon Valley Bank. Dos meses más tarde, los números parecen agradecer su paso al frente.
Su entidad, JP Morgan Chase, acaba de presentar unos resultados semestrales espectaculares, que superan las expectativas de los expertos.
El mayor banco de Estados Unidos, valorado en US$434.2 mil millones (dato de Companies Market Cap), presentó unos beneficios de US$27,094 millones, un 60 % superiores a los del mismo período del año anterior. En el capítulo de ingresos, el salto fue del casi el 30 %, con una cifra de US$81,737 millones.
Datos que llegan poco más de dos meses después de que Dimon abanderase la operación conjunta de los grandes bancos para rescatar el sistema. «Nuestro gobierno nos invitó, a nosotros y a otros bancos, a dar un paso al frente; y lo hicimos«, resumió el banquero de 67 años.
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Por un lado, su banco fue uno de los impulsores del depósito conjunto de US$30 mil millones realizado por las grandes entidades para dotar de estabilidad al entramado financiero.
Además, JP Morgan Chase compró gran parte de las acciones de First Republic Bank por US$10.4 mil millones. La operación añadió US$92 mil millones en depósitos y US$203 mil millones en préstamos y valores. Un movimiento arriesgado pero que solidificó la posición del banco en plena zona de turbulencias.
Así, si miramos los resultados que coinciden con el momento de la compra, es decir, los del segundo trimestre de 2023, JP Morgan Chase obtuvo un beneficio de US$14,472 millones, que suponen un crecimiento interanual del 67 %. Como recoge Cinco Días, excluyendo el efecto positivo de los números de First Republic, ese aumento sería del 40 %.
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Cabe señalar que la propia entidad reconoció que, en los momentos más tensos de la crisis provocada por la caída de Silicon Valley Bank, atrajo alrededor de US$50 mil millones de clientes que buscaban la seguridad de un gran banco, que no estuviera en riesgo de ser arrastrado por la tormenta.
En la presentación de resultados, Dimon lanzó un mensaje positivo respecto a la evolución de la mayor economía del planeta. «La economía de Estados Unidos continúa siendo resiliente«, afirmó, destacando que «los consumidores están gastando, aunque lentamente», y que «el crecimiento del empleo sigue siendo fuerte».
Ahora, con el sistema financiero aparentemente estabilizado y con la inflación evolucionando de forma muy favorable, todas las miradas están enfocadas a la Reserva Federal.
La Fed decidió a mediados de junio mantener las tasas de interés estables, después de una estrategia de subidas que inició en marzo de 2022 y que las llevó desde el 0 % hasta el 5 %. Alzas destinadas a reducir la inflación pero que, como efecto secundario, golpearon el crecimiento económico.
Estados Unidos se marcó el 2 % como tasa interanual objetiva para la inflación. Actualmente se sitúa en el 3 %, con una tendencia muy a la baja (-1.9 % en dos meses). Si en un principio esa pausa en las tasas de interés parecía una decisión temporal, ahora, viendo el resto de factores, podría convertirse en un cambio de ciclo.
Un escenario en el que el gigante del sistema financiero de EE.UU., JP Morgan Chase, muestra su fortaleza.
Borja Santamaría
Misión cumplida (por ahora): la inflación en RD, en el centro del rango meta
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