La industria de la música grabada tocó fondo en 2014. Sus ingresos se precipitaron hasta los US$14.2 mil millones. La tendencia era desoladora, con una caída superior al 42% en 15 años. La piratería, la era digital y el cambio de paradigma respecto a los formatos tradicionales obligaban al negocio a reinventarse. Renovarse o morir. Siete años más tarde, la industria cerró 2021 superando los registros de 1999. La música ha vuelto a despegar.
La recuperación tiene un protagonista, una ‘rockstar’ indiscutible: el streaming. El sector ha encontrado la tecla para convertir la nueva cultura de consumo musical en un negocio lucrativo. Para transformar reproducciones en millones de dólares. Así lo demuestra el informe ‘Global Music Report’ elaborado por la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI).
El exhaustivo documento pone cifras a la exitosa transformación del sector. Los ingresos de la industria alcanzaron los US$25.9 mil millones en 2021, superando por primera vez este siglo los US$24.1 millones fijados en 1999. Es un 18.5% de aumento en sólo un año. El streaming es la gran estrella del concierto.
Hace dos décadas, los ingresos de la industria musical grabada eran exclusivamente provenientes de la venta de discos o cassettes. Con la caída de las ventas, comenzaron a aparecer otras fuentes de ingresos, como las descargas o los derechos de reproducción. Ninguna pudo consolidarse con la fuerza suficiente para amortiguar la caída del sector.
Hasta que llegó el streaming para asumir el papel de salvador de la industria. El 65% de los ingresos, un total de US$16.9 mil millones, provienen de esta fuente. El trono ya tiene dueño.
Su crecimiento es imparable. En 2005, apareció en el balance de ingresos de la industria con modestia. En 2010, el número de suscriptores era de apenas 8 millones. Seis años después, superó la barrera de los 100 millones (112). En 2021, el número de usuarios que pagaron por música en streaming fue de 523 millones, más del doble que tres años antes y casi un 20% más que en 2020.
Los ingresos en concepto de streaming dieron un salto de casi el 25% en sólo un año. La trayectoria es imparable. El consumo de música en este formato no deja de crecer. Plataformas como Spotify, Amazon Music, Apple Music, Deezer o YouTube Music han revitalizado por completo la industria musical grabada.
El número de reproducciones se ha multiplicado en pocos años. En 2021, ‘Save your tears’, de The Weeknd, fue la canción más consumida en streaming, con un total 2.15 mil millones de reproducciones. ‘Stay’, de The Kid LAROI y Justin Bieber, también superó las 2 mil millones de escuchas, mientras que ‘Levitating’ de Dua Lipa cerró el podio con 1.88 mil millones de reproducciones.
El streaming ha levantado el vuelo de toda la industria en su conjunto. Ha vuelto a poner la música de moda. De hecho, aunque parezca contradictorio, los formatos físicos también han experimentado un repunte en sus cifras en el último año, regresando al listón de los US$5 mil millones de ingresos. Es la primera vez que la producción por esta vía crece en los últimos 20 años.
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Una subida del 16% en un año con Adele como indiscutible protagonista. La cantante británica fue la más vendida en álbumes de todos los formatos, con su nuevo trabajo titulado ’30’. Lidera la lista de ventas de álbumes físicos y digitales (4.68 millones) y vinilos (862 mil), doblando en ambos rankings a sus perseguidores más inmediatos.
Los beneficios por sincronización, música utilizada en anuncios o videojuegos, también aumentaron. Los generados por los derechos de reproducción se mantuvieron estables, mientras que las descargas y otros formatos digitales cayeron ligeramente.
El crecimiento global se traslada a cada punto del planeta. Así, los ingresos de la industria musical grabada en América Latina han dado un salto del 31.2% en 2021. Es el decimosegundo año consecutivo de crecimiento. El peso del streaming en la región es incluso más fuerte que la media. Casi el 86% de los ingresos vienen generados por este fuente. Brasil y México fueron los dos países que más aumentaron sus cifras de consumo.
Es la segunda región que más crece, tras el 35% de aumento de Oriente Medio y el Norte de África. El streaming en esta área despegó nada menos que un 95.3%&. Los ingresos en Estados Unidos y Canadá saltaron un 22%, con Asia creciendo un 16.1% y Europa, un 15.4%. La subida es más moderada en el África Subsahariana (9.6%) y «Australiasia» (4.1%).
El camino de esta industria es, por tanto, el de un sector que ha sabido transformar la amenaza de la tecnología y los cambios en los hábitos de consumo en una oportunidad para recuperar la senda del crecimiento sostenible. Un caso de resiliencia que carga de optimismo el futuro de una actividad tan presente en nuestras vidas como la música.
(BS)
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