Leo Messi ficha por el Inter de Miami. Aparentemente, se trata de una noticia futbolística, de interés para aficionados, algunos decepcionados por la marcha de Europa del rosarino. Sin embargo, el tango de los negocios se cuela entre las ocho palabras de la frase inicial para tejer una operación de orfebrería empresarial.
La contratación, que lleva al mejor futbolista de la historia a una liga deportivamente menor, sobrepasa los límites del deporte para entrar de lleno en el terreno business. Porque el negocio no podría entenderse sin el acompañamiento de otros actores. Es el caso de Apple, Adidas y la Major League Soccer.
El peso del fútbol en otras esferas empresariales e incluso políticas, y viceversa, no deja de crecer. El verano pasado tuvo a Mbappé como protagonista de esta imparable realidad. En su renovación por el PSG llegó a participar el propio presidente de Francia, Emanuel Macron.
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Casi un año después, al otro lado del charco, dos gigantes y una competición en pleno se dan la mano para acometer la mayor operación de imagen que ha vivido el fútbol en Estados Unidos. Messi no será la primera gran estrella en jugar en la MLS. El pionero fue nada más y nada menos que Pelé, que jugó en el New York Cosmos en los albores de su legendaria carrera (1975-1977).
Casi 50 años después, en un mundo ya absolutamente globalizado, el aterrizaje del ’10’ en el Inter de Miami sacude los cimientos del fútbol mundial, impulsando la marca MLS (y a sus partners) en todo el planeta y la marca Messi, junto a sus firmas asociadas, en el mayor mercado del global.
A sus 35 años (cumple 36 el 24 de junio) y apenas seis meses después de conquistar el Mundial de Qatar, Messi decide dejar el fútbol europeo y rechazar una oferta histórico de Arabia Saudita (la cadena Cope en España informa de que ascendía a €1,500 por tres temporadas) para recalar en el último clasificado de la conferencia Este de la MLS. Su contrato será de dos temporadas, a razón de US$50 millones cada una.
La decisión tiene componentes familiares y personales, después de dos años difíciles en París (siendo incluso silbado por su afición). «Tomé la decisión de que voy a ir a Miami», afirmó el ’10’. «Todavía no lo tengo cerrado al cien por cien. Me faltan algunas cosas pero decidimos continuar el camino. Si no salía lo del Barcelona (su regreso al Barça se truncó por los problemas económicos del club), quería irme de Europa, salir del foco y pensar más en mi familia«.
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Pero, además, el fichaje está propiciado por una estructura business alrededor del contrato del jugador que ayuda a que se den condiciones económicas atractivas para el astro argentino. Según informaba The Athletic y recoge la agencia de noticias EFE, estas son las tres patas principales que construyen el negocio:
La big tech firmó en 2022 un contrato de US$250 millones anuales por 10 años para emitir todos los partidos por streaming de la MLS a nivel mundial. El precio actual de la suscripción del paquete MSL Season Pass es de US$14.99 mensuales, US$12.99 para los previamente abonados de Apple TV+.
MLS x @AppleTV is coming in 2023.
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— Major League Soccer (@MLS) June 14, 2022
Traer a Leo Messi a la competición era un sinómino de crecimiento exponencial en el número de suscriptores en todo el mundo. Por ello, Apple forma parte del fichaje, y el ’10’ pasará a cobrar una parte de los ingresos por nuevos abonados a este servicio.
Además, Apple TV+ tendrá en su mano generar distintos contenidos enfocados en la estrella argentina. Así, producirá un primer documental de cuatro entregas sobre la trayectoria del ’10’ en los Mundiales.
Leo Messi es el gran ícono mundial de Adidas desde febrero de 2006. Además, la firma alemana es uno de los grandes sponsors de su nueva competición, en la que viste a los 29 equipos. El acuerdo entre la marca y la liga se renovó en febrero hasta 2030 por US$830 millones.
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Por ello, la llegada del ’10’ suponía un bombazo para la marca deportiva, que no quiso dejar pasar la oportunidad de arrimar el hombro. Así, Adidas también contribuirá a los ingresos de Messi con un porcentaje de las ventas de merchandising.
Messi jugará en el Inter de Miami pero, en el fondo, es la Major League Soccer en pleno la que ficha al futbolista. Así lo entienden todas las franquicias, que ven la llegada del mejor jugador de la historia como una oportunidad para que el negocio se multiplique. Algo que iría, obviamente, en beneficio de las 29.
Así, todas dejan al margen lo puramente competitivo y aportarán una cantidad económica para permitir que el futbolista venga a la liga. Además, cuando se retire, Messi tendrá la oportunidad de comprar una franquicia de la competición. Algo que sucedió con David Beckham, que tras dos etapas en Los Ángeles Galaxy (2007-2008 y 2010-2013), compró por US$25 millones la propiedad de… el Inter de Miami.
El efecto Messi ya se deja sentir en la MLS. El estreno del astro podría producirse en un encuentro ante el Cruz Azul mexicano en la Leagues Cup 2023 (competición conjunta entre ambas ligas), y el precio de las entradas ya se ha disparado desde los US$29 hasta los US$329, en el caso de las más baratas.
Son algunos detalles de la operación de negocios que ha impulsado en una de las noticias deportivas con mayor impacto del año.
Borja Santamaría
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