En una declaración publicada en su red Truth Social, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que China ha violado el acuerdo comercial que ambas naciones firmaron recientemente para reducir los altos aranceles bilaterales. Según Trump, gracias a ese acuerdo, Pekín evitó “una situación muy mala” a nivel económico, pero ahora estaría incumpliendo sus compromisos.
“Gracias a este acuerdo, todo se estabilizó rápidamente y China volvió a la normalidad (…) La mala noticia es que China ha violado totalmente su acuerdo con nosotros”, afirmó el mandatario sin especificar los términos supuestamente transgredidos.
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El pacto había sido alcanzado apenas dos semanas antes y representaba una tregua en la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo. Según Trump, esta fue una decisión estratégica para evitar que el conflicto escale, pero ahora considera que sus esfuerzos no fueron correspondidos por Pekín.
Trump recordó que los aranceles impuestos por su administración generaron un fuerte impacto en la economía china. Según sus palabras, los gravámenes “hicieron prácticamente imposible que China comerciara con el mercado estadounidense”, provocando el cierre de fábricas y descontento social.
“Muchas fábricas cerraron y hubo, por decirlo suavemente, disturbios civiles. Vi lo que estaba sucediendo y no me gustó, para ellos, no para nosotros”, expresó en su publicación.
El acuerdo contemplaba una reducción del 145 % al 30 % en los aranceles estadounidenses aplicados a productos chinos, mientras que China se comprometía a bajar sus tarifas del 125 % al 10 % sobre bienes de EE. UU. Estas condiciones estaban previstas para mantenerse durante tres meses, tiempo en el cual delegaciones de ambos países buscarían una solución más permanente.
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A pesar del acuerdo temporal, expertos coinciden en que este no garantiza una reconciliación definitiva. Las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos continúan marcadas por la desconfianza, los conflictos geopolíticos y las medidas unilaterales.
La tensión ha aumentado aún más tras el anuncio de Washington de revocar visados a estudiantes chinos vinculados al Partido Comunista, una medida que podría afectar a miles de jóvenes en universidades estadounidenses. Pekín ha respondido calificando esta decisión como “discriminatoria”, lo que añade más presión al frágil proceso de negociación.
El señalamiento de Trump no solo reaviva la polémica sobre las relaciones económicas con China, sino que introduce una nueva capa de incertidumbre en un entorno global ya tenso. Si bien el acuerdo arancelario buscaba frenar la escalada de confrontación, las declaraciones recientes podrían comprometer cualquier avance hacia un entendimiento duradero. En este contexto, el diálogo comercial entre ambas potencias sigue siendo un terreno inestable y estratégico para el equilibrio económico global.
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