Hablar de energía nuclear conduce a pensar, casi inmediatamente, en Chernóbil o Fukushima y las catastróficas consecuencias que tuvieron para el mundo entero. Este sentimiento de desconfianza generalizada, unido al desarrollo de las renovables, ha afectado al crecimiento de este tipo de energía. Las desventajas de su uso podrían parecer claras. La generación y manejo de los desechos tóxicos es el principal inconveniente en la utilización de esta energía. Al costoso precio en el manejo de los desechos se le une su peligrosidad de estos, por su radioactividad. Junto a ello, las plantas nucleares necesitan un desembolso inicial alto y cuentan con un riesgo potencial de accidentes que afectarían a la población mundial.
Sin embargo, conviene señalar que en el caso del soviético Chernóbil la culpa no fue de la planta nuclear en sí, sino del mal diseño de los reactores. En cuanto al accidente nuclear de Fukushima, en marzo de 2011, fueron los fenómenos naturales los que ocasionaron el desastre. Japón vio golpeado el noroeste de Tokio por el terremoto Tohoku, causando un tsunami con olas de más de 10 metros de altura que dañaron varios reactores nucleares de la zona.
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Junto a los mencionados riesgos e inconvenientes, es conveniente analizar los puntos positivos de su uso. Las reacciones nucleares, comparadas con las reacciones químicas, que queman combustibles fósiles, generan mayor energía. Además, no liberan gases de efecto invernadero, al contrario de lo que sucede con los combustibles fósiles que se usan en las reacciones químicas y que liberan dióxido de carbono, contaminante para el aire.
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Las plantas nucleares, además, pueden servir de sustituto del gas natural y el petróleo, recursos que empiezan a escasear. Su funcionamiento no depende de condiciones meteorológicas, sin precisar siquiera de oxígeno, lo que lo convierte en una opción interesante al poderse sellar herméticamente y aislarse del exterior.
El informe World Nuclear Industry Status Report 2022, realizado por expertos de Canadá, Francia, Alemania, Japón y Reino Unido pertenecientes a renombradas instituciones como la Universidad de Columbia Británica, la Universidad Técnica de Berlín o la Chatham House en Londres, abarca información completa de las centrales nucleares existentes y la comparación entre el desarrollo de la energía nuclear y la renovable en todo el mundo.
El informe destaca que en el año 2022 hay operativos en el mundo 411 reactores nucleares construidos en 33 países, de los cuales solo 15 están interesados en seguir desarrollando este tipo de energía. Los resultados son impactantes teniendo en cuenta que en 2011 había 437 reactores, 26 más que la cifra actual.
Esta es la situación de los reactores nucleares en algunos países destacados:
En la lista ofrecida por Statista destaca en primer lugar Estados Unidos, que cuenta con 92 reactores operativos. La cifra es alta, pero comparándola con la de 2011, se han dejado de utilizar 12. El país, sin embargo, apuesta por continuar encabezando el ranking por muchos años y pretende desarrollar minicentrales nucleares de nueva generación, tanto en su propio país como en lugares remotos.
Francia, segundo productor de electricidad nuclear, cuenta con 56 reactores. Supone una reducción de 2 respecto al 2011. Sin embargo, su situación actual es preocupante, con centrales envejecidas y reactores parados por corrosión. De los 56 con los que cuenta el país, 37 se empezaron a construir antes del año 1980.
Mención especial merece China, que cuenta con 55 reactores activos, con un aumento de 44 respecto a 2011. Para entender estos resultados, conviene considerar que el gigante asiático utiliza la energía nuclear desde inicio de los 1990, habiendo reforzado el interés en las plantas nucleares en los últimos 10 años.
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Además, China afirma haber resuelto el problema de los residuos radiactivos en las plantas nucleares, habiendo desarrollado un sistema que los convierte en nuevo combustible apto para reusar en un ciclo infinito. Todo esto lleva al país asiático a proponerse construir la increíble cifra de 150 nuevos reactores nucleares para el 2035, para lo cual contarán con una inversión total de US$440 mil millones.
Las cifras mostradas por Statista respecto a Japón podrían parecer lógicas teniendo en cuenta el desastre de Fukushima en el 2011. Actualmente el país cuenta con solo 10 reactores nucleares, 38 menos que en 2011. Sin embargo, las noticias actuales son sorprendentes, pues el país pretende volver a apostar por la energía nuclear dada la actual crisis energética.
El primer ministro Fumio Kishida declaró en agosto 2022 la necesidad de «la construcción de reactores nucleares de nueva generación equipados con nuevos mecanismos de seguridad» y «dar el máximo uso a las plantas nucleares existentes».
De acuerdo con los datos compartidos por Statista, hasta el momento son tres los países que han cerrado completamente sus plantas nucleares: Italia, en 1987, Kazajistán, en 1998 y Lituania, en 2009.
Además, el de Alemania es un caso llamativo. Recientemente ha ampliado su programa nuclear debido a la crisis energética, pero prevé terminar completamente con la producción de la energía nuclear en el año 2023. El país tenía previsto clausurar sus tres plantas nucleares a finales del 2022, pero ha dado marcha atrás y solo una de ellas, situada en Emsland, cerrará. Las otras dos, localizadas en el sur, se mantendrán activas de manera provisional.
La energía nuclear no lo tiene fácil. Si quiere ganar adeptos para mantenerse en el futuro tendrá que trabajar duro y buscar soluciones convincentes.
Isabel M. Ariza Fernández.
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