La pobreza monetaria bajó 3,6% en República Dominicana 

En el tercer trimestre de 2024, la República Dominicana logró una importante disminución en la tasa de pobreza monetaria, situándose en un 20,8 %. Esta cifra representa una caída de 3,6 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año anterior, según informó el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo. 

Reducción notable en zonas urbanas y rurales 

El informe revela que la tasa de pobreza monetaria urbana bajó de un 24,1 % a un 20,1 %, una reducción de 4 puntos porcentuales. Por otro lado, la pobreza en las zonas rurales también disminuyó, aunque de forma más moderada, pasando de 25,86 % a 24,7 %, lo que representa una caída de 1,16 puntos porcentuales. 

Estos resultados muestran un avance significativo, especialmente en áreas urbanas, donde las oportunidades laborales y el acceso a servicios suelen ser mayores. A pesar de ello, las zonas rurales continúan enfrentando retos estructurales que requieren atención sostenida. 

Impacto por género 

La disminución de la pobreza monetaria benefició tanto a hombres como a mujeres. Las cifras indican una caída del 3,1 % para las mujeres, reduciéndose del 25,7 % al 22,6 %. En el caso de los hombres, la disminución fue de 4,1 puntos porcentuales, pasando de 23,0 % a 18,9 %. 

Estos datos evidencian una mejora generalizada, aunque la pobreza entre las mujeres sigue siendo ligeramente superior a la de los hombres. Esta diferencia refleja la necesidad de continuar promoviendo políticas inclusivas que reduzcan las brechas de género en el acceso a recursos económicos. 

Factores que impulsaron la reducción 

El crecimiento de los ingresos nominales percápita de los hogares dominicanos fue el principal motor de esta mejora. El aumento en los ingresos permitió a más familias superar el umbral de pobreza monetaria. Este indicador positivo se debe en parte a un mercado laboral más dinámico y al desarrollo de políticas económicas efectivas. 

La definición oficial de “pobreza monetaria” considera aquellos hogares cuyo ingreso no es suficiente para cubrir una canasta mínima de consumo, que incluye alimentos esenciales y necesidades no alimentarias como vivienda, educación y transporte. La capacidad de los hogares para cubrir estas necesidades es clave para medir el progreso económico del país. 

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El camino hacia la reducción de la pobreza 

El descenso en las cifras de pobreza refleja también el efecto positivo de programas sociales y estrategias gubernamentales centradas en la inclusión financiera y el fortalecimiento de los sectores productivos. Estas medidas han permitido crear oportunidades para que las familias incrementen sus ingresos y mejoren su calidad de vida. 

Además, la inversión en educación, salud y desarrollo rural ha jugado un papel crucial. La capacitación de la fuerza laboral y la mejora en el acceso a servicios esenciales han contribuido significativamente a la reducción de las disparidades económicas. 

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Desafíos persistentes 

A pesar del avance, persisten retos importantes. La pobreza rural sigue siendo más alta que en las áreas urbanas, lo que evidencia la necesidad de continuar fortaleciendo la infraestructura, los servicios básicos y las oportunidades económicas en esas zonas. 

Asimismo, la sostenibilidad de esta reducción dependerá de la estabilidad económica del país y de la continuidad en la implementación de políticas públicas inclusivas. Mantener un enfoque centrado en la generación de empleo formal y en el fortalecimiento de la protección social será crucial para evitar retrocesos. 

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Una mirada al futuro 

El Ministerio de Economía destaca la importancia de mantener el monitoreo constante de la pobreza monetaria y de ajustar las políticas públicas según las necesidades emergentes. La colaboración entre el sector público y privado seguirá siendo vital para promover un crecimiento inclusivo. 

En definitiva, la República Dominicana ha demostrado que con una combinación de esfuerzo gubernamental, desarrollo económico y compromiso social es posible lograr avances significativos en la lucha contra la pobreza. Aunque queda mucho por hacer, las tendencias actuales generan optimismo sobre el futuro económico del país. 

Este descenso en la pobreza monetaria es un testimonio del potencial de la República Dominicana para continuar avanzando hacia una mayor equidad y prosperidad para todos sus ciudadanos.

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