La cumbre del G20 que se lleva a cabo en Río de Janeiro se ha transformado en un evento marcado por la relevancia política global. En ese contexto, los líderes de las principales economías mundiales se han reunido para abordar temas críticos como el cambio climático, la pobreza y el comercio internacional, en un contexto de transiciones políticas y tensiones ideológicas.
Sin embargo, la edición número 19 de la Cumbre del G20, celebrada en Río de Janeiro, marca un hito con el lanzamiento de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, liderada por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Esta iniciativa busca abordar problemas fundamentales que afectan a millones de personas en todo el mundo, consolidándose como uno de los proyectos más ambiciosos en la historia del foro.
Accede a las historias más relevantes de negocios, bienestar y tecnología. Entérate de nuestros rankings y eventos exclusivos. Suscríbete y recibe en tu correo el mejor contenido de Mercado.
La Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza es una iniciativa que busca erradicar el hambre y la pobreza a nivel global. La alianza, que cuenta con 148 miembros fundadores, incluyendo 82 países, la Unión Europea, la Unión Africana, 24 organizaciones internacionales, 9 instituciones financieras multilaterales —como el Banco Mundial— y 31 entidades filantrópicas, destacando las fundaciones Rockefeller y Bill & Melinda Gates.
Compromisos y Proyectos
La Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza nace con compromisos ya asumidos por unos 70 países y organizaciones internacionales para impulsar cerca de 40 proyectos específicos. Entre los proyectos figuran los propuestos por los Gobiernos de Burundi y Togo para transferir subsidios financieros a 1.5 millones y 1.24 millones de pobres, respectivamente, o el que desarrollará Indonesia para alimentar adecuadamente a 82.9 millones de estudiantes de escuelas públicas.
La Importancia de la Alianza
La Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza es una iniciativa crucial en la lucha contra el hambre y la pobreza a nivel global. Según los datos de la FAO, en 2023, 733 millones de personas padecen hambre en todo el mundo. La alianza busca erradicar este flagelo y devolverle la esperanza y la dignidad a las personas.
La Alianza nace con un enfoque en resultados concretos: unos 70 países y organizaciones internacionales ya han asumido compromisos para implementar cerca de 40 proyectos específicos. Entre sus metas más destacadas se encuentran:
Transferencias de renta para 500 millones de personas, enfocadas en reducir la pobreza extrema.
Programas de alimentación escolar, beneficiando a aproximadamente 150 millones de niños en todo el mundo.
Estas iniciativas buscan abordar los problemas estructurales que perpetúan el hambre y la pobreza, fortaleciendo sistemas educativos y económicos en comunidades vulnerables.
En un movimiento que sorprendió a muchos observadores internacionales, Argentina se sumó a última hora a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, una ambiciosa iniciativa presentada por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva durante la sesión inaugural de la cumbre del G20, celebrada en Río de Janeiro. Esta decisión coloca al país en el centro de uno de los esfuerzos multilaterales más significativos en la lucha contra la inseguridad alimentaria y la pobreza extrema.
Un compromiso tardío pero crucial
Hasta el inicio de la cumbre, Argentina era el único miembro del G20 que no figuraba entre los fundadores de la Alianza, según el listado divulgado por la presidencia brasileña. Sin embargo, el Gobierno del presidente Javier Milei anunció su adhesión poco después de que comenzara el evento, en un comunicado emitido por el Ejecutivo brasileño.
El contexto político de Argentina en la adhesión
La decisión tardía de Argentina generó interpretaciones diversas. Inicialmente, se creyó que el país había sido excluido debido al enfoque crítico de Javier Milei hacia la agenda de desarrollo sostenible, que promueve acciones globales para combatir el hambre, empoderar a las mujeres y enfrentar el cambio climático.
No obstante, su adhesión se produjo en un contexto en el que el gobierno brasileño había señalado resistencias dentro del G20 para alcanzar acuerdos en temas clave como el impuesto a los superricos, el financiamiento climático y la agenda de sostenibilidad. Según Marina Silva, ministra de Medio Ambiente de Brasil, algunos países estaban bloqueando acuerdos previamente trabajados en niveles ministeriales, aunque no mencionó directamente a Argentina.
La incorporación de Argentina ocurre en un marco de crecientes debates dentro del G20, donde temas como el cambio climático y la equidad financiera han sido objeto de tensiones. En este contexto, la Alianza Global representa un esfuerzo concertado para abordar los desafíos estructurales que afectan a las economías más vulnerables.
Brasil, como líder de la iniciativa, ha señalado que la resistencia de ciertos países a implementar un impuesto a los superricos y a comprometerse con objetivos climáticos ambiciosos refleja la complejidad de lograr consensos en un escenario multilateral.
Donald Trump regresará a la presidencia de EE.UU. tras derrotar a Kamala Harris en las recientes elecciones, lo que genera preocupación entre los aliados occidentales por su enfoque nacionalista de «América primero».
Líderes como el primer ministro canadiense Justin Trudeau y el canciller alemán Olaf Scholz, quienes enfrentan desafíos electorales en 2025, podrían estar participando en su último G20.
La ausencia del presidente ruso Vladímir Putin, debido a la orden de arresto de la Corte Penal Internacional por la invasión de Ucrania, también será notable. Su lugar lo ocupará un delegado, mientras las tensiones geopolíticas en Europa y Asia siguen siendo un tema crucial.
Uno de los momentos más destacados será la última participación de Joe Biden como presidente de los Estados Unidos en una cumbre internacional. Con su mandato finalizando en enero, el líder demócrata se presentará como una figura de consenso, promoviendo el trabajo conjunto en problemas globales como:
La lucha contra la pobreza y el apoyo a países en desarrollo.
El cambio climático, fomentando un «crecimiento económico limpio».
El manejo del sobreendeudamiento en naciones vulnerables.
Biden aprovechará la cumbre para reforzar su visión progresista, especialmente en su reunión bilateral con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, donde abordarán temas relacionados con los derechos laborales y la sostenibilidad económica.
La Alianza Global no solo busca reducir el hambre y la pobreza, sino también promover una agenda integral de desarrollo sostenible. Esto incluye:
Empoderar a las mujeres, reconociendo su papel fundamental en la seguridad alimentaria y el crecimiento económico.
Combatir el cambio climático, a través de estrategias que reduzcan las vulnerabilidades de los países en desarrollo.
Impulsar la cooperación internacional, reforzando la capacidad de las instituciones multilaterales para abordar crisis globales.
Con la incorporación de Argentina, el bloque fundacional se fortalece, agregando peso político a una iniciativa que promete ser un referente en la lucha contra las desigualdades globales.
El G20 está compuesto por 19 países y la Unión Europea, representando colectivamente:
El 85% del PIB mundial.
Más del 75% del comercio global.
Cerca de dos tercios de la población mundial.
América: Argentina, Brasil, Canadá, México y Estados Unidos.
Europa: Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Rusia y la Unión Europea.
Asia y Oceanía: Arabia Saudita, Australia, China, India, Indonesia, Japón, República de Corea y Turquía.
África: Sudáfrica.
Además, ocho organizaciones internacionales participan en el foro como observadores y colaboradores:
Te puede interesar: Macron y su visita estratégica a Argentina
Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.