Bajo un estricto operativo de seguridad que despliega a 5,000 policías y 2,000 militares, Honduras alberga la IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), un encuentro que busca reafirmar la cohesión regional en un contexto marcado por presiones económicas, migratorias y geopolíticas.
La sede del Banco Central de Honduras, blindada con vehículos antimotines y equipos caninos, recibe a los principales líderes de la región, quienes enfrentan el desafío de articular una respuesta conjunta ante los aranceles impuestos por Estados Unidos, que entraron en vigor.
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Mientras tanto, la agenda también abordará temas críticos como el cambio climático, el narcotráfico y las crisis migratorias, en una región que llega fragmentada y sin una estrategia unificada.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, adelantó que propondrá a la CELAC actuar como bloque unificado frente a las medidas comerciales de Washington. «Debemos abrirnos al mundo para enfrentar estas presiones», declaró a su llegada a Tegucigalpa.
Las nuevas tarifas arancelarias de EE.UU., decretadas por el gobierno de Donald Trump, impactan directamente a la región: un 10 % para la mayoría de los países, con excepciones más severas para Venezuela (15%), Nicaragua (18%) y Guyana (38%). Estas medidas, interpretadas como una guerra comercial, podrían profundizar las tensiones económicas en naciones ya afectadas por la inflación y la deuda externa.
Por su parte, el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, impulsará una postura conjunta de la CELAC para presentar una candidatura única a la Secretaría General de las Naciones Unidas en 2026. Esta iniciativa busca fortalecer la influencia geopolítica de América Latina en un escenario global dominado por potencias extraregionales.
Lula, quien ha retomado un rol protagónico en la diplomacia regional desde su regreso a la presidencia, insiste en que la unidad es clave para negociar en mejores condiciones con actores como EE.UU., China y la Unión Europea.
La anfitriona del evento, Xiomara Castro, presidenta de Honduras, enfatizó que esta cumbre representa un «paso hacia la unidad» de América Latina y el Caribe. En un mensaje previo al encuentro, destacó la necesidad de abordar desafíos compartidos:
«La CELAC nos une como región. Es la voz de América Latina y el Caribe frente al mundo. Juntos, somos más fuertes para defender nuestra soberanía, impulsar el desarrollo y construir un futuro justo para nuestros pueblos».
Sin embargo, las diferencias ideológicas entre los gobiernos asistentes, desde la izquierda radical de Miguel Díaz-Canel (Cuba) hasta el progresismo moderado de Claudia Sheinbaum (México), plantean interrogantes sobre la viabilidad de acuerdos concretos más allá de las declaraciones de buena voluntad.
El dispositivo de seguridad, uno de los más extensos en la historia reciente de Honduras, incluye controles rigurosos en los accesos a la capital. La presencia de mandatarios como Bernardo Arévalo (Guatemala), Luis Arce (Bolivia) y Ralph Gonsalves (San Vicente y las Granadinas) refuerza el perfil multilateral del evento.
No obstante, la ausencia de varios líderes conservadores, como los de Argentina, Ecuador y Chile, evidencia las fracturas políticas que persisten en la región.
A diferencia de cumbres anteriores, en esta ocasión solo los jefes de Estado y de Gobierno tomarán la palabra. El orden de discursos, según la agenda oficial, será el siguiente:
Xiomara Castro (Honduras) – Anfitriona y presidenta saliente de la CELAC.
Leslie Voltaire (Haití) – En representación del frágil gobierno de transición haitiano.
Gustavo Petro (Colombia) – Nuevo presidente pro témpore del bloque.
Claudia Sheinbaum (México) – Recién llegada a la cumbre.
Miguel Díaz-Canel (Cuba) – En medio de una crisis económica sin precedentes.
Lula da Silva (Brasil) – Con su propuesta de candidatura única para la ONU.
Luis Arce (Bolivia) – Enfrentando tensiones internas.
Yamandú Orsi (Uruguay) – Futuro candidato presidencial.
Bernardo Arévalo (Guatemala) – Bajo presión de sectores conservadores.
Ralph Gonsalves (San Vicente y las Granadinas) – Defensor de la integración caribeña.
Mark Anthony Phillips (Guyana) – En medio de tensiones territoriales con Venezuela.
Fundada en 2011 como un mecanismo de diálogo sin la influencia de EE.UU. o Canadá, la CELAC ha tenido altibajos en su capacidad de acción. Mientras algunos gobiernos la ven como una alternativa a la OEA (Organización de Estados Americanos), otros cuestionan su efectividad ante la falta de acuerdos vinculantes.
Esta cumbre será un termómetro de la voluntad política regional: si los líderes logran trascender las diferencias y articular respuestas comunes o si, por el contrario, primarán los intereses nacionales sobre los colectivos.
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