Dos informes del Fondo Monetario Internacional (FMI) dan cuenta de los efectos que tendrían las «tensiones geopolíticas» en la economía global. La guerra en Ucrania o la rivalidad entre China y Estados Unidos podrían cambiar el flujo de inversiones extranjeras directas o provocar pérdidas equivalentes al 2 % del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
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El FMI explica que la fragmentación financiera derivada de la polarización tiene implicaciones para la estabilidad financiera global, ya que afecta a la inversión transfronteriza, a los sistemas de pago internacionales y a los precios de los activos.
Los análisis del organismo internacional se desprenden de dos reportes: el Informe de Perspectivas Económicas y el Informe sobre Estabilidad Financiera Global.
Las estimaciones del FMI indican que la fragmentación traería un aumento permanente de las barreras a las inversiones lo que podría provocar pérdidas equivalentes al 2 % del PIB mundial.
De estos documentos el FMI da cuenta de las consecuencias de la fragmentación geopolítica producida en los últimos años, además de alertar sobre el creciente proteccionismo de muchos país.
En concreto, destaca la agencia de noticias EFE, es que a medida que aumentan las tensiones, «las empresas y los legisladores buscan cada vez más estrategias para hacer que las cadenas de suministro sean más resistentes trasladando la producción a casa o a países de confianza».
Los ejemplos citados son:
La fragmentación también debilita las relaciones financieras entre países y los inversores apuestan menos por economías geopolíticamente distantes porque las restricciones financieras aumentan los costos de transacción o por «desconfianza general y el temor a la expropiación».
Un aumento de las tensiones, entre un país inversor y uno receptor, explica el FMI, reduce la asignación transfronteriza bilateral general de inversión de cartera y derechos bancarios en aproximadamente un 15 %.
«Las simulaciones de varios escenarios hipotéticos sugieren que es probable que las pérdidas se distribuyan de manera desigual, y que las economías de mercados emergentes y en desarrollo con acceso reducido a las economías avanzadas se vean particularmente afectadas, tanto a través de una menor formación de capital como de menores ganancias de productividad», alerta el FMI.
El llamado que hace el FMI es que se haga una defensa sólida de la integración global, pues la pérdida de producción largo plazo sería grande y generalizada.
Sobre el papel de los Gobiernos, explica que deben «sopesar cuidadosamente» las motivaciones estratégicas detrás de la relocalización, los costes para sus propias economías y los efectos secundarios para otras.
«El actual sistema multilateral basado en normas debe adaptarse a la cambiante economía mundial y debe complementarse con mecanismos creíbles para mitigar los efectos indirectos de las políticas unilaterales», FMI.
En cuanto a las finanzas, los supervisores, reguladores y las instituciones financieras deben ser conscientes de los riesgos para la estabilidad financiera derivados de un posible aumento de las tensiones y «comprometerse a identificar, cuantificar, gestionar y mitigar estas amenazas».
Para el caso de las economías dependientes de financiación externa, debe existir un nivel adecuado de reservas internacionales, reservas de capital y liquidez en las instituciones financieras.
Gabriel Rico Albarrán, con información de EFE y el FMI
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