República Dominicana enfrenta un desafío fiscal significativo conocido como la «brecha fiscal», que se refiere a la diferencia entre lo que el Estado debería recaudar según el Código Tributario y lo que efectivamente ingresa a las arcas públicas. Esta situación se debe a tres factores principales: evasión fiscal, subdeclaración voluntaria y elusión fiscal.
La evasión fiscal constituye una de las principales debilidades del sistema tributario dominicano. Este fenómeno se refiere a acciones fraudulentas para evitar el pago parcial o total de impuestos. Es un problema recurrente que impacta gravemente en la capacidad del Estado para financiar servicios esenciales como la educación, la salud y la infraestructura.
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Se estima que la evasión fiscal en el país genera pérdidas de entre el 4 % y el 6 % del Producto Interno Bruto (PIB) anualmente, limitando los recursos disponibles y agravando la desigualdad social.
Subdeclaración fiscal y elusión
Por otro lado, la subdeclaración fiscal ocurre cuando los contribuyentes, de forma involuntaria, cometen errores en la preparación de sus declaraciones. Estos errores suelen ser producto de un sistema tributario complejo y un desconocimiento generalizado de las normativas fiscales.
Asimismo, la elusión fiscal, aunque legal, implica el uso de lagunas en la legislación para reducir la carga impositiva, lo que también contribuye a la disminución de los ingresos fiscales del Estado.
Los impuestos más afectados por la evasión
Las recaudaciones fiscales en República Dominicana dependen en gran medida de dos tipos de impuestos: el impuesto a las mercancías y servicios (ITBIS) y el impuesto sobre la renta. Sin embargo, la evasión afecta considerablemente ambos tributos.
El ITBIS, que representa el 45 % de las recaudaciones potenciales, es evadido a través de ventas sin comprobantes, el uso indebido de notas de crédito y la subdeclaración de ingresos. En cuanto al impuesto sobre la renta, que podría aportar un 60 % de las recaudaciones, se evade mediante la subdeclaración de ingresos y el uso de facturas falsas, entre otros mecanismos.
La estrategia nacional de desarrollo y la necesidad de un «contrato social»
La Estrategia Nacional de Desarrollo hacia el 2030 de la República Dominicana, amparada por la Ley 12-1, establece la necesidad de concertar tres grandes pactos: educativo, eléctrico y fiscal. En ese sentido, el avance hacia un pacto fiscal efectivo requiere una coordinación integral entre los sectores más afectados por las medidas fiscales y la sociedad en general.
La evasión fiscal y la informalidad laboral, que alcanza el 56 % del mercado laboral, son dos de los principales factores que limitan la capacidad del Estado para aumentar su presión tributaria, que en 2023 apenas alcanzó el 15.7 %.
Facturación electrónica y nuevas tecnologías
La Dirección General de Impuestos Internos (DGII) ha implementado la facturación electrónica como una herramienta para combatir la evasión fiscal. Este sistema permite obtener datos en tiempo real sobre las transacciones comerciales, reduciendo el margen para la evasión. Sin embargo, su adopción ha sido lenta, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas (pymes), que constituyen más del 90 % del sector empresarial dominicano.
Para que esta herramienta sea efectiva, es fundamental crear incentivos fiscales y proporcionar financiamiento accesible para que las pymes puedan adoptar la facturación electrónica. Además, la digitalización del sector informal sería un paso crucial para ampliar la base tributaria y mejorar la recaudación fiscal.
Blockchain y contratos inteligentes
Tecnologías emergentes como blockchain y los contratos inteligentes ofrecen soluciones avanzadas para la evasión fiscal. Blockchain permite registrar todas las transacciones comerciales de manera inmutable, lo que elimina la posibilidad de manipular los datos fiscales. Los contratos inteligentes, por su parte, automatizan el cálculo y el pago de impuestos en el momento de la transacción, reduciendo así los errores y el fraude.
Estas herramientas podrían ser aplicadas en sectores clave como el comercio y la construcción, facilitando el control fiscal y aumentando la transparencia en las operaciones comerciales. Su integración en la economía dominicana sería un avance significativo en la lucha contra la evasión fiscal.
Experiencias en América Latina: casos de éxito
Chile fue uno de los primeros países de la región en implementar la facturación electrónica en 2003, lo que le permitió reducir la evasión fiscal en sectores clave en hasta un 30%. Este avance también facilitó la formalización de pequeñas empresas, mejorando así la recaudación fiscal.
México ha dado un paso adelante en el uso de blockchain para registrar transacciones fiscales de manera inmutable, lo que ha ayudado a reducir las oportunidades de fraude. La automatización de las auditorías fiscales permitió a las autoridades mexicanas recuperar hasta un 15 % de los ingresos fiscales que anteriormente se perdían por evasión.
El sistema SPED de Brasil, que permite el monitoreo en tiempo real de las transacciones fiscales, ha mejorado la recaudación en un 20 %. Con el uso de inteligencia artificial y big data, Brasil ha logrado auditar de manera más eficiente, reduciendo los costos operativos de la fiscalización y aumentando la efectividad en la lucha contra la evasión.
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